jueves, 21 de abril de 2016

Banksy ¿acorralado en el MOCO?



Hace unos días a raíz de otra exposición y planteando la idea de que la fotografía de temas cotidianos y en color logró por fin entrar en un museo en los años 70 del siglo pasado, de la mano de William Eggleston, planteaba que en un futuro no muy lejano el Street Art también formaría parte de las salas expositivas de los museos más modernos. Pues bien ese futuro se ha hecho presente desde el 9 de abril, fecha de inauguración del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Ámsterdam (MOCO) que pretende convertirse en un museo que atraiga a jóvenes y adolescentes, el sector que menos frecuenta los museos. Se ha ubicado en uno de los lugares más visitados si de arte hablamos, la plaza de los Museos donde se encuentran otros tan conocidos, "tradicionales" y frecuentados como el Museo Van Gogh. Para su primera exposición han elegido a dos estrellas Warhol y el escurridizo artista callejero Banksy (curiosamente su arte tiene como objeto de crítica la cultura pop, entre otras cosas). Este museo de titularidad privada quiere llevar hasta sus salas la obra de artistas que sean equiparables a las estrellas de rock. Las obras de ambos artistas pertenecen a colecciones privadas. Una apuesta fuerte pero ¿novedosa? ¿Conseguirán llenar el museo de ese público joven que se aleja cada vez más de ellos a pesar de que las ofertas educativas les tienen como objetivo? Precisamente la elección de Banksy se debe a la atracción que causa entre los más jóvenes debido al misterio que genera su personalidad. ¿Qué pensará él de que su obra este ahora sí, de forma legal, en un museo? ¿Encontrará sentido dentro de los muros de la instalación? ¿Seguirá siendo tan atrayente cuando una de las cosas más provocadoras de este artista, además de la crítica que hace, es que se cuela de forma ilegal en museos para colgar sus obras las cuales retiran rápidamente o en espacios públicos para dejarnos una muestra de su ironía? Parece que los organizadores de la muestra no han conseguido hablar con él, pero sí que ha hecho llegar instrucciones de cómo quiere que sus obras sean presentadas.... La muestra dedicada al artista de la calle se titula Banksy: Laugh Now, con obras como Reina Vic en la que la reina Victoria parece sentada sobre una mujer haciendo alusión a la aprobación por parte de la soberana de leyes contra los homosexuales o la niña abrazando un misil en la que mezcla la destrucción con la inocencia, pero quizá la más llamativa sea Beandfield una obra que según comentan no se había expuesto desde el 2009, en ella un grupo de policías antidisturbios que corren cogidos de la mano portando alguno de ellos flores por un campo primaveral. 



Empecemos por el principio, por el street art, ¿qué es y de dónde proviene? Este movimiento nace en los años 60 en los barrios neoyorquinos con una clara finalidad: hacer crítica social y política de la situación de los habitantes afroamericanos y latinos, una característica que continúa aunque ahora se ha ampliado el campo de acción. Además debía y debe tener como escenario la calle, los espacios públicos, lo que lleva aparejado la ilegalidad de la forma artística y más cuando atentaba y atenta contra la moralidad de los políticos. El street art se convirtió en una de las formas artísticas del movimiento Hip Hop. La primera técnica que utilizaron fue la de los grafittis pero casi de forma inmediata y en Paris se comenzaron a utilizar stencil o plantillas y pegatinas. 

"Una pared es un arma muy grande. Es una de las cosas más desagradable con la que puedes golpear a alguien" . Esta frase de nuestro artista resume lo que pretende el movimiento, pero ¿quién es Banksy? Poco se sabe de él aunque hace algo más de un mes saltaba la noticia de que un equipo de científicos de la Queen Mary, le habían identificado siguiendo el método que utiliza la policia británica para identificar a delincuentes, atribuyéndole incluso un nombre: Robin Gunningham, aunque también se ha barajado otro nombre, el de Robert Banks.



Se conocen pocos datos, todo suposiciones, parece ser que un joven británico de la ciudad de Bristol, dejando en esa ciudad una de sus primeras obras basada en una serie de ratas que se han convertido en un icono. Estas primeras obras eran graffitis pero debido a la rapidez que impone el no ser descubierto se pasó al uso de plantillas que le permitía terminar la obra antes de ser descubierto. Su trabajo versa sobre la sátira política, la moralidad o las etnias, pero también la cultura Pop, en el MOCO frente a la archifamosa imagen de Marilyn Monroe de Andy Warhol se encuentra el retrato que Banksy ha realizado de Kate Moss.

Se le ha relacionado con otros artistas y grupos como el Ad Jammmers que utilizan imágenes publicitarias deformándolas para transformar el mensaje. Pero la única influencia que reconoce es la del grafitero parisino de los años 80 Blek le Rat del cual tomará la técnica de la plantilla y el aerosol. 

Entre sus logros está el haberse colado en los museos más importantes del mundo y colgar algunas de sus obras, en el Museo Británico de Londres dejó una aparente pieza de arte rupestre con una imagen de un hombre de la prehistoria yendo a la compra, la cual estuvo expuesta varios días sin que nadie se diera cuenta, en la actualidad forma parte de la colección del museo. Pero ¿nadie se dio cuenta del timo? Esto nos hace preguntarnos ¿en qué nos fijamos cuando vamos a un museo? El carrito de la compra aparece claro, no hay ninguna duda de lo que es, quizá no sepamos cuando se creó el carro para ir a comprar pero sí sabemos que la rueda se creó en Mesopotamia hace más de 5.000 años y que por lo tanto es muy posterior al hombre prehistórico. Para los más curiosos el carro con el que hacemos la compra nace en 1937 en Estados Unidos.




Banksy no sólo se ríe de la capacidad de los museos para colar piezas sin que nadie esté en la falsedad de la misma, también se involucra en los problemas actuales como los abusos sexuales que llevan a cabo miembros de la iglesia, para denunciarlo mandó a la galería Walker de Liverpool, la obra titulada el Cardenal Pecado, en la que utiliza un busto de una cardenal del S.XVII con el rostro pixelado con unas teselas. Por indicación del artista se colocó entre dos obras de corte religioso una de Murillo y la otra de Rubens.

Admirado por unos y odiado por muchos sus obras causan expectación y heridas, en Londres han tapiado un muro frente a la embajada de Francia, en el que Banksy denunciaba el uso del gas lacrimógeno en un campo de refugiados francés, frente a la libertad de expresión la censura de los dirigentes.

Pero Banksy apela a la esperanza para los refugiados de Gaza y Cisjordania, quizá la imagen más conocida sea la de una niña que se eleva agarrada a varios globos. La imagen la hizo en el conocido como muro de la vergüenza que separa Cisjordania e Israel, muro el cual la niña está a punto de superar. Sus obras a favor de la paz se han convertido en un negocio, organizándose tours a 10 € para visitar estas zonas en las que Banksy ha dejado su firma como una manera de hacerse oír. 


¿Perderá el graffitero su esencia al verse atrapado entre los muros de una manera voluntaria? ¿Sus obras se banalizarán? ¿La legalidad del lugar hará que la crítica que se desprende de su obra deje de serlo tanto?

domingo, 3 de abril de 2016

Mike Brodie, ¿un viaje hacia la libertad?


 
El 17 de abril finaliza la exposición "Mike Brodie. Trenes y Libertad" que podemos ver en la Sala Municipal de Exposiciones de San Benito (Valladolid). Es una muestra inédita que nos acerca a un desconocido "fotógrafo", el cual pretendió captar en sus imágenes una filosofía de vida que tenía que ver con las tradiciones americanas, pero también con el punk y con el rock. Su dura vida se sitúa como punto de arranque de una huida hacia adelante sin saber qué es lo que iba a encontrarse. Pero cuando leemos las entrevistas concedidas, nos hace replantearnos esa experiencia, ¿realmente huye de una familia abusiva y alcohólica o está buscando continuar la tradición americana de viajar en tren, convirtiéndose en uno de esos hobos que Bob Dylan plasmaba en sus canciones? A mí me surgen muchas dudas viendo su obra y leyendo por una parte su autobiografía y por otra las entrevistas concedidas. Se declara seguidor de Steve McCurry y de su idea de captar el alma de los retratados.
 
Mike Brodie habla de una falta de técnica en las imágenes pero vemos fotografías en las que sabe jugar con los encuadres y con las luces para trasmitirnos un momento determinado, una luz característica de la primavera o del verano que es cuando él prefiere viajar como polizón. No va a la visión global, es detallista, no capta tanto la cara del retratado como los elementos icónicos que nos sugieren las ideas de trashumancia, de libertad y  compañerismo, pero también de transgresión y provocación como caracterizaría a la generación punk.

Juega con la velocidad de obturación y con la apertura del diafragma para conseguir transmitirnos la sensación de movimiento que se convierte en uno de los símbolos de cualquier viaje. No se considera un artista ya que no conoce la técnica pero contemplando sus obras se nos apetece un gran fotógrafo que documenta una forma de vida que había quedado recogida en la novela autobiográfica "On the road" de Jack Kerouac, y de la que tanto Mike Brodie como sus acompañantes parecen reproducir. Como dato, Kerouac además de ser el iniciador de la generación Beat que defendían el sexo libre, el consumo de drogas y el estudio de las filosofías orientalistas, también su libro se considera el comienzo de la famosa Ruta 66 que cruza Estados Unidos de Este a Oeste.



Volvamos a los significados, al detalle, de todas las fotografías me parece muy poética y significativa una en la que aparece una bañera en la que sumergidos reposan unos viejos y sucios pantalones, que tiñen de suciedad el agua. En una de las entrevistas Mike Brodie dice que él sabía desde el principio que algún día el tren pararía y que tanto él como el resto buscarían una forma de vida más tradicional. Quizá la imagen del pantalón del que se desprende el polvo del camino represente el momento del parón, obviando lo accesorio y quedándose con la experiencia acumulada en esos viajes. También en la misma entrevista cuando el reportero le pregunta que ha aprendido de la experiencia, Brodie es muy elocuente tanto como la imagen y responde "he aprendido a no joderme la vida".
 

 
Pero su obra también aborda otro punto, ¿cual es la función del arte? ¿estas imágenes banales de una vida marginal, pueden ser arte? Quizá son preguntas que nos repetimos una y mil veces cuando estamos delante de éste tipo de obras, A principios del S.XX y delante de las botas raidas que Van Gohg había pintado en 1866 en su estudio de Montmartre, surge la disputa entre filósofos e historiadores del arte acerca del significado de esas botas viejas, Martín Heidegger planteaba si esa pintura era una simple representación de un par de botas de campesinos o es una obra de arte porque tiene éxito. Lo mismo pasaría en los años 70 cuando William Eggleston consigue que la fotografía en color con objetos del día a día como un neumático, fuese considerada un modo de expresión digno de estar en un Museo. Así las imágenes de Brodie nos sitúan en la misma disyuntiva ¿una imagen de una muchacha que nos deja ver su ropa interior manchada con la sangre de la menstruación es arte? Quizá no lo es, o sí, pero lo que está claro es que nos hace plantearnos una nueva visión y sobre todo el papel de la sociedad en nuestras vidas como condicionante. La libertad física y la de expresión ¿dónde tiene su inicio y fin? ¿Es una imagen de la libertad y naturalidad a la que aspiramos pero que la sociedad no deja de constreñir una y otra vez?
 
Sus fotografías carecen de título pero están cargadas de detalles, de metáforas, de simbolismos. La ausencia de títulos va unida a esa idea de no considerarse un artista, se identifican a partir del número de negativo.
 
No todas las fotografías transcurren en la libertad que nos proporciona el aire libre, lo bucólico y romántico de la naturaleza y de los viajes en tren, también nos muestra la parte más dura del desarraigo que aparece materializado en las fotografías de interiores. Como si de una metáfora se tratase el interior de un espacio deja aflorar nuestro propio interior, nuestros miedos, temores, soledades, el lado menos positivo de la huida.

Son imágenes tomadas en dos momentos distintos marcados por el tipo de cámara utilizada. Las primeras realizadas entre el 2004-2006 las publica en 2015 en el libro titulado "Tones of dirt and bone" fueron hechas con una cámara Polaroid instantánea de foco automático, que devuelve un color vintage con cierto aire de misterio. La segunda etapa del 2006 al 2009 se caracteriza por la utilización de una Nikon F3 que le da más libertad tanto en la composición como en la adquisición de películas para poder seguir documentando sus viajes. Estas forman parte de una segunda publicación "A period of juvenile prosperity" que fue editada en 2011.
 
La exposición se divide igualmente en dos apartados, pero no es una sucesión de fotografías, ya que en una de las salas se recrea el vagón de un tren en cuyas paredes se proyectan las imágenes tomadas con su Polaroid. Según mi punto de vista todo un acierto, como siempre digo los montajes dan mucha información, ayudan a comprender lo que se expone y nos trasladan a otros espacios. Una exposición es una experiencia en todos los sentidos, pues dejemos que estos disfruten a todos los niveles. Si a los montajes que dan vida a las obras!!!
 
Lo más llamativo de todo es su posición respecto al mercado del arte y a la comercialización de su obra e imagen. Mike está retirado del mundo artístico y vive como mecánico de trenes diesel, parece que le cogió gusto al medio que le sirvió para trasladarse como polizón por 46 estados americanos. Pero además y tal como hicieron esos primero viajeros allá por los años 20 del siglo pasado, se traslada de domicilio buscándose la vida. En la actualidad reside en una localidad californiana en la que la abundancia de trenes le permite trabajar, según sus propias palabras.
 

Información práctica:

Sala Municipal de Exposiciones de San Benito
De martes a domingo de 12 a 14  y de 18:30 a 21:30 h.
Hasta el 7 de abril.


"El arte tiene la bonita costumbre de echar a perder todas las teorías artísticas" (Marcel Duchamp)