viernes, 4 de diciembre de 2015

El Reina Sofía, un Museo Contemporáneo



 El Reina Sofía, como todos sabéis, es uno de los museos más reconocidos por la colección que atesora y por su labor en la recuperación y puesta en valor del Arte Moderno y Contemporáneo español. Como en otras ocasiones he citado, rescató del olvido a grandes artistas que a través de sus obras recrearon, por ejemplo, mundos oníricos como los de Óscar Domínguez o Ángeles Santos. A artistas fundamentales en la Historia del Arte como Juan Gris o Joaquín Mir que desarrollo de una manera personal el Impresionismo. Pero el Reina Sofía, también es el custodio de  una de las obras fundamentales y más representativas de nuestra historia: El Guernica. Una obra que a partir de su aparición en el Pabellón Español de la Exposición Internacional de París, para la que fue realizada, vivió una gira continúa por Europa y América, al final de ese periplo, dejará de ser una obra utilizada como arma política para convertirse en una de las obras de Arte fundamentales del siglo XX. En 1944 Picasso declaró que “hasta que se restauren la República y las libertades democráticas en el estado español”, la obra quedará custodiada en el MOMA. No será hasta 1981 cuando vuelva a nuestro país, primero al Casón del Buen Retiro y posteriormente, en 1992, al Museo Reina Sofía. La historia de su significado es conocido por todos, no sé si tanto el de su exilio, os recomiendo la lectura de ese periplo. Sólo añadir que fue la primera obra cuyo proceso de elaboración está perfectamente documentado gracias a la labor fotográfica de otra gran artista, Dora Maar, la amante en ese momento de Picasso. Os dejo y recomiendo éste enlace.


En ésta nueva manzana, no quiero hablar de arte ni de artistas, pero si de las reformas museísticas llevadas a cabo por el reciente director del Centro Manuel Borja-Villel. El Reina Sofía fue creado en 1988, por Real Decreto como Organismo Autónomo, al igual que el Museo del Prado, dependientes ambos del Ministerio de Cultura. Como ubicación se eligió el Hospital de San Carlos, levantado en época de Felipe II. Sus fondos provenían del Museo español de Arte Contemporáneo, fondos que hasta 1992 se exhibían como parte de exposiciones temporales, en ese año se crea la colección permanente, quedando constituido el Museo como lo conocemos hoy. Desde entonces hasta nuestros días, los cambios han sido palpables, y sobre todo con el actual director que ha entendido mejor que nadie como los Museos son lugares que evolucionan o deben evolucionar a la par que lo hace la sociedad en la que se inscriben, pero nunca dejando de lado que la importancia reside en el objeto que atesora, y que no es lo mismo un museo de Arte Moderno que un Arqueológico.

¿Qué propone Borja- Villel?

El director del Reina Sofía propone y lleva a la práctica un modelo de museo que ya ha obtenido los resultados esperados, ha duplicado el número de visitantes (algo que importa mucho a dirigentes y directores) y ha logrado a través de la puesta en marcha de una ley reguladora, una mayor libertad en la planificación de actividades a largo plazo, por lo tanto mayor autonomía.

Borja-Villel explica como los museo de Arte Moderno han pasado por dos modelos sucesivos en el tiempo. El primero se desarrolla hasta los años 60-70, era un museo lineal y egocéntrico, representado por el MOMA, con un público elitista. Éste tipo de museos es sustituido por otro volcado en la sociedad, un museo que se convierte en un medio de masas y de marketing, dónde la obra apenas se valoraba. Encarnaba éste modelo museístico el Centro Pompidou, a partir de los años 80. 

Lygia Clark
El paso del primer modelo al segundo se da por varias circunstancias, entre ellas el cambio de la idea de obra de arte como objeto de culto hacia la de obra que debe tocarse como proponía Lygia Clark, la cual buscaba la deconstrucción de los conceptos artista, obra y espectador y su interrelación, dando protagonismo al espectador. Nacen nuevas categorías artísticas como las instalaciones o las performances, que imponen nuevos espacios y nuevas formas de entender la obra. Pero también nacen propuestas museísticas en las que el museo se despoja de su tradicionalidad. Tanto las obras como los museos empiezan a cuestionarse, éstos se conciben como una construcción, El otro elemento del cambio sería la sustitución al frente de ellos de historiadores, críticos o comisarios por gestores, nace un nuevo tipo de museo entendido más como empresa generadora de dinero que de cultura.

El modelo que sigue el Reina Sofia, es básico y sencillo, busca la generalidad, podíamos decir que la globalidad, la pluralidad. Se basa en 3 pilares: discurso- objeto- público y la interrelación de todos ellos. Cómo vemos son ideas tradicionales pero modernizadas. Propone un museo transversal y multicultural y no lineal como el primer modelo, ¿en que se diferencian? en lo que apuntaba antes, en la interrelación. En los museos lineales las obras se observan y se relacionan con el discurso casi de una forma aislada, se colocan sobre las paredes siguiendo un relato cronológico en función de los estilos a los que pertenecen y que se fueron sucediendo a lo largo de la historia. En cambio el modelo transversal ejemplificado en el Reina Sofía, habla de la universalidad, de cómo, por ejemplo, las obras de artistas pertenecientes al Informalismo, como Manolo Millares, no pueden verse aisladas, sino en relación con las del Expresionismo Abstracto Americano, al fin y al cabo el primero deriva del segundo, de la nacionalización del movimiento americano liderado por Pollock o de Kooning, buscar las conexiones no sólo de obras pictóricas entre si, también de obras pictóricas con cinematográficas, por ejemplo. Ésta idea hace que se destierre los conceptos de Museos Nacionales, que sólo buscaban construir la idea de identidad a través de un discurso lineal y aislado. Borja-Villel propone un relato plagado de microrrelatos. El nuevo modelo de museos huye del público elitista, minoritario y local y se abre a un público global. Todo ello, impone nuevas formas de exponer y de entender la idea de museo. Se crea un museo que no es propietario de las obras sino custodios de ellas, se da así un gran salto que implica estar más abierto a intercambios, a préstamos entre diferentes instituciones, enriqueciendo la experiencia cultural en todas su manifestaciones y extensión. El ejemplo más palpable del sentido de pertenencia, y ésto es una idea personal pero con ejemplos, es la de Patrimonio Nacional, el cual se ha negado insistentemente a prestar obras al Museo del Prado que formarían parte de interesantes exposiciones temporales, como la dedicada a Bernini.

¿Qué os parece la propuesta seguida en el Reina Sofía? A mí me parece una idea muy interesante, sobre todo porque no deja de lado las funciones tradicionales del museo: la didáctica, la museografía y el público, y en relación con esas ideas crea un museo donde hay y se establecen conexiones entre todos los componentes, pero sobre todo entre las obras de arte, ya que no son elementos aislados, como en muchos otros lugares las entienden. La Historia del Arte se compone de hechos sucesivos en el tiempo pero con muchísimas bifurcaciones e influencias entre los distintos períodos.









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"El arte tiene la bonita costumbre de echar a perder todas las teorías artísticas" (Marcel Duchamp)