lunes, 18 de diciembre de 2017

"Hay tantos amores como corazones"



"El Beso"
(Auguste Rodin, c.1882)
Musée Rodin
El amor es el sentimiento más universal que mueve el mundo. Un sentimiento inspirador para las artes. León Tolstói, en la novela Anna Karenina, se hizo eco del sentimiento amoroso más arrebatador que llevó a la locura a su protagonista. Anna se enamora apasionadamente del Conde Vronski, un amor correspondido que hizo que ella abandonase su vida familiar para vivir la pasión que finalmente la llevará a la locura, una locura causada por los celos que desembocarán en la muerte de Anna. Pero si de locuras de amor se trata, la más famosa será la de Juana I de Castilla, perdidamente enamorada de su marido Felipe “el hermoso”, la reina enloquece debido a la peligrosa combinación de adulterios y celos. Tal es su locura, que cuando éste muere, ella decide enterrarle en Granada. La reina, en un macabro cortejo fúnebre, acompañará su cadáver desde Burgos hasta el enterramiento real granadino. Francisco Pradilla, a mediados del S.XIX, decide inmortalizar en el lienzo “Doña Juana la Loca” ese episodio, muy adecuado para la esencia Romántica, convirtiéndose en su obra maestra.
"Doña Juana la Loca" (Francisco de Pradilla, 1877)
Museo Nacional del Prado
No solo el amor o la locura que desencadena ese sentimiento, también el despecho que nace del desamor o de la traición de uno de los amantes, se han convertido en motivos sobradamente representados en novelas y poemas, en ballets y películas o en pinturas y esculturas. Historias inventadas unas y reales otras que llenan el panorama artístico.
Fotograma de la película "Anna Karenina"(1914)
Cuando hablamos de traiciones, seguro que recordamos muchas de ellas, por ejemplo, la que sufre el rey Arturo por parte de Ginebra y de su caballero Lancelot. Una historia que todos conocemos, pero quizá lo que algunos desconozcan, es que es parte fundamental en otra traición posterior, la de Paolo Malatesta y Francesca Rímini. ¿Conocéis la historia de Paola y Francesca?¿Sabéis dónde aparece narrada su breve historia de amor y traición? ¿Quién o quiénes se encargaron de plasmarla y difundirla? Entre los que materializaron una parte de ésta historia medieval se encuentra Rodin (1840-1917). El escultor francés decidió inmortalizar en “El beso” el momento central en el que la pareja de cuñados se besa. Un beso con repercusiones fatales para ambos. Éste famoso grupo escultórico, muy difundido, conocido y reconocido, fue labrado para que formase parte de las no menos famosas Puertas del Infierno. Unos años antes, los pinceles del prerrafaelita, Dante Gabriel Rossetti (1828-1882), también se encargarán de dejar constancia de ésta concisa historia de amor. Un sinfín de pintores, escultores, grabadores, músicos y poetas, se harán eco de la leyenda: Joahnn Heinrich Füssli, Bertel Thorvaldsen, Jean-Auguste-Dominique Ingres, Anselm Feuerbach, Gustave Dorè o Tchaikovsky. Pero sobre todo y ante todo Dante Alighieri, él es el que dará a conocer una historia que corría de boca en boca por Italia. Él será la fuente de inspiración para todos ellos a través de su obra maestra: "La Divina Comedia".
"Paolo y Francesca" (Anselm Feuerbach, 1864)
Schack Gallerie, Mónaco.
Pero ¿Quiénes fueron Paolo y Francesca? A fines del S.XIII los matrimonios basados en alianzas políticas continuaban, quizá más fuertes que nunca y sobre todo cuando en uno de los cónyuges se tenía depositadas todas las esperanzas para unificar territorios o sacar provechos políticos y económicos. Matrimonios desiguales que llevaban a hombres maduros a casarse con mujeres jóvenes. Uno de éstos matrimonios, desigual y por conveniencia económica, fue el protagonizado por Francesca de Rímini y Gianciotto o Lanciotto Malatesta. Francesca era hija del gobernante de Rávena el cual la obliga a casarse con Gianciotto, heredero del señor de Rímini. Malatesta era un hombre mayor, deformado y nada agraciado, características desconocidas y ocultadas a la joven hasta el día de la boda. La vida de ella junto a su marido transcurre anodina hasta que vuelve a reencontrarse con su cuñado Paolo, un hombre joven y bien parecido, al cual ella ya conocía antes de casarse, ya que será él el que vaya a presentarla sus respetos en nombre de su hermano antes del desposorio. Los dos jóvenes se reunían a charlar y a leer leyendas. Una de esas lecturas era la protagonizada por Ginebra y Sir Lancelot, cuando termina la lectura de ese relato Paolo y Francesca se besan presos de su propio sentimiento y del relato. Ese beso ha sido el momento elegido por la mayoría de los artistas que posteriormente se fijaron en su historia. ¿Por qué decidieron los artistas trasmitir precisamente ese momento? Quizá porque es el desencadenante del final de ambos, nos muestran justo el momento previo de su muerte, el desencadenante que les llevaría a un trágico final. Pero sobre todo, porque convierten, a los espectadores, en partícipes y testigos de la escena, la misma escena que contempló Gianciotto y que le haría desenvainar su espada para acabar con la vida de ambos jóvenes. Si os fijáis en la ilustración que sobre el tema hace Doré, Francesca aparece con una herida sangrante en su pecho. Otros, como Alexandre Cabanel, plasmarán la muerte.
"Muerte de Francesca de Rímini y Paolo Malatesta"
(Alexander Cabanel, 1870)
Musée D´Orsay

Esta historia quedaría en la memoria de los italianos hasta que uno de ellos, Dante Alighieri, decide recuperarla para que formase parte de “La Divina Comedia”, obra literaria escrita entre 1308 y 1321 y que se ha convertido en la obra cumbre del poeta florentino ya que introduce elementos literarios que avanzan el Renacimiento. Este poema ha sido ilustrado por artistas como Boticcelli que nos mostró las formas del infierno y del cielo siguiendo la descripción de Dante; los ya citados William Blake o Gustavé Doré y también Salvador Dalí, el cuál recibe el encargo por parte del gobierno italiano, como parte de la conmemoración de los 700 años del nacimiento del autor.
 
"La Divina Comedia"
(Salvador Dalí)
“La Divina Comedia” cuenta el viaje realizado por Dante para purificar su alma. Un viaje que le lleva a través del Infierno, en esta parte irá acompañado del poeta Virgilio. Tras atravesarle y ver las desgracias que se ciernen sobre los pecadores llegará al Purgartorio, a las puertas del cuál Virgilio le deja que siga solo su camino; finalmente alcanzará el Cielo, donde se encuentra con su adorada Beatriz y mediante su intercesión podrá alcanzar el perdón y “ver” el rostro de Dios. Una obra llena de simbolismo en torno al número 3 y a sus múltiplos, en la que mezcla elementos simbólicos con referencias a personajes históricos y mitológicos. Entre estos personajes históricos se encuentran Paolo y Francesca, la pareja aparece en el Infierno, un lugar formado por nueve círculos concéntricos y descendentes. En el segundo círculo, el que hace referencia a los muertos por amor, a los lujuriosos, junto a Cleopatra, Helena o Aquiles, el cuál fue engañado y asesinado por amor, se encuentra la pareja de cuñados. Dante les sitúa leyendo un pasaje específico de la historia de Ginebra y Sir Lancelot, el momento en el que se besan, reproduciendo también ellos, esa misma escena. La forma que Dante tiene de representar a los lujuriosos es como espíritus que se dejan llevar por el viento de un lado a otro sin ningún tipo de esperanza, presos de la pasión desenfrenada que les llevó a la muerte y a vagar eternamente por el Infierno.  
"La Divina Comedia"
(Gustavé Doré)
Este simbolismo de las almas que vuelan como si fuesen pájaros está tomado de la Eneida. Pero Paolo y Francesca son las dos únicas almas que vuelan juntas y eso hará que Dante se fije en ellas. Francesca se acercará hasta él para contarle su triste historia. Una historia que enternece tanto al poeta, que será hacia la única pareja de amantes lujuriosos por los que muestre compasión. Una compasión que tiene que ver sobre todo con los cambios literarios que va avanzando en el poema, se convierte en signo de una nueva actitud en el pensamiento, abandonando el medievalismo para optar por una visión más humana y renacentista de los sentimientos y de la importancia del hombre. Este encuentro es el primero de todo el poema, en el cuál Dante, habla con un condenado verdadero y contemporáneo a la vez, aunque en el Paraíso se centra en las almas famosas, ya que según nos cuenta son más persuasivas para el lector de la época.
"Paolo y Francesca"
(Gustavé Doré)
 Y así a través de éste maravilloso poema, lleno de significados, de avances literarios y sobre todo de la influencia que ejerció sobre todos los artistas, conocemos la historia de un amor incipiente con un triste final. Por desgracia, el amor mal entendido, sigue siendo motivo de despechos, celos y finales aciagos.

domingo, 10 de diciembre de 2017

¡No sin mis Manolos!


Hablar de Manolo Blahnik, es hablar de calidad, elegancia y lujo en el calzado. Este creador y artista de los zapatos, ha elevado éstos a la altura del arte, a la misma altura, a la que se suben las mujeres que los calzan, sintiendo, que no solo llevan un calzado exclusivo, sino una obra de arte, un objeto de coleccionista. Sus diseños, son objeto del deseo que hoy podemos admirar, aunque no calzar, en la exposición organizada en uno de nuestros museos nacionales, el de Artes Decorativas.

En 2001 a Manolo Blahnik, un canario de Santa Cruz de la Palma, le otorgaron la más antigua y alta distinción del diseño de moda en nuestro país: la Aguja de Oro. Una distinción hoy extinta después de que en el 2007 el Ministerio de Cultura decidiese hacerse cargo del otorgamiento del premio. Antes de esa extinción el citado Ministerio realizó una exposición para conmemorar los 25 años del galardón mostrando, cómo éste, fue adquiriendo cada vez más importancia en paralelo al reconocimiento de la moda como elemento fundamental, no solo a la hora de vestir, sino sobre todo como producto de la creatividad del autor. El premio fue sustituido por el Nacional de Diseño de Moda que nació en 2009, tres años más tarde el canario volvió a hacerse merecedor de ésta distinción. Pero no solo le han reconocido en su país de origen, también Estados Unidos y Reino Unido le han obsequiado con los más importantes premios. Todos ellos reconocen la labor de un artesano que mima cada una de sus creaciones convirtiéndole en el hombre más influyente de nuestro tiempo. El primero en utilizar sus diseños en 1972, fue Ossie Clark ¿os acordáis que en una entrada anterior nos referíamos a él, ya que junto a su mujer son los protagonistas de una obra realizada por David Hockney la cual tiene muchas concomitancias con el Matrimonio Arnolfini de los hermanos Van Eyck? Ossie era uno de los diseñadores más importantes del momento el cual le propició el empujón que necesitaba. Un año más tarde Blahnik abriría su primera tienda y después de esa otra y otra, un proceso imparable que ha hecho que la marca esté presente en todos los rincones del mundo. Unas líneas atrás le he denominado como artesano y es que Manolo, aprendió los rudimentos del oficio de una manera artesanal, visitaba las fábricas y hablaba con los operarios, los patronistas, con todo aquel que estuviera involucrado en la fabricación, sacando sus ideas y la forma de hacer. Y esa forma artesanal la traspasó a sus creaciones, dándolas el status de arte, retoca con sus manos, tal y como haría un artesano, las hormas y los tacones. Un artesano que se convierte en artista cuando dibuja concienzudamente cada uno de sus diseños, plasmando la idea, el concepto. Por eso los dibujos que realiza de cada uno de sus modelos, son casi tan importantes como el producto una vez terminado. Los dibujos guardan su creatividad y el material embellece la noción plasmada en un trozo de papel. 

 Los diseños también forman parte de la exhibición titulada "Manolo Blahnik. El arte del zapato", una exposición itinerante que ya ha podio verse en el Hermitage de San Petersburgo entre otros. La muestra se dividide en 6 secciones que nos muestran las fuentes de inspiración del diseñador. La naturaleza, el arte o la arquitectura así como la geografía se alían para ofrecernos zapatos meticulosos, tanto como su creador, que busca las proporciones y la armonía en cada uno de ellos, tal y como hicieron Praxíteles o Fidias al realizar sus esculturas y que serán estudiadas por Blahnik buscando traspasar, la perfección del arte griego, a creaciones contemporáneas y totalmente diferentes en cuanto a su uso. Por esa búsqueda de la proporción también se interesa por la arquitectura barroca o por la de la Bauhaus encabezada por Walter Gropius y donde el racionalismo y la búsqueda del "menos es más", idea en la que destacaría Mies Van der Rohe, también se dejará sentir en el canario. Pero también la obra de Rafael Moneo, afectada así mismo de racionalidad, proporcionalidad en los volúmenes y claridad compositiva. El arte, los maestros del pasado son y serán fuente inagotable de inspiración para cualquier sector dentro y fuera de las Bellas Artes y Blahnik se deja influenciar por la obra de Zurbarán, de Goya, por el colorismo de la obra de Matisse, el cubismo picassiano, la abstracción de Malevich y del Suprematismo ruso; así como las formas redondeadas y perfectas de las esculturas de Henry Moore. Pero sus creaciones son volátiles, etéreas, flotantes, aerodinámicas como los móviles de Alexander Calder. Calzar unos "Manolos" no es solo lucir unos zapatos de calidad excelente, es llevar en los pies un resumen de los mejores momentos de la historia del arte, son una recopilación de formas, colores, diseños, ideas y conceptos que revolucionaron las dos y las tres dimensiones y que ahora sirven para revolucionar un complemento que se ha convertido en fetiche de muchas y muchos. 

El recorrido continúa con la colección que realizó para la película María Antonieta dirigida por Sofía Coppola en 2006, y que documentó pormenorizadamente buscando la fidelidad al modelo. Quería plasmar una época donde primaban los colores pastel, la suavidad, las telas delicadas y que mejor que volver a los artistas del momento, a Watteau, Fragonard o Sir Joshua Reynolds. En ellos encontró el hedonismo que caracterizó el espíritu del Rococó. 




La exposición está organizada por la revista VOGUE la cual será fundamental en el recorrido y difusión de sus diseños. De la mano de Paloma Picasso conoció a Diana Vreeland, editora de moda en la revista. Si VOGUE encumbró a Manolo Blahnik, Diana Vreeland lo hizo con la revista, ya que hasta que ella no se puso al frente en los años 60 del siglo pasado, el magazine apenas era relevante. 

Una exposición, en definitiva, que sirve para adentrarnos en el mundo del diseño, de la moda como elemento fundamental en la sociedad de todos los tiempos y que alcanza su punto culminante en la actualidad, en como ha ido evolucionando, en las relaciones que se han establecido entre revistas, diseñadores y editores. Es la exposición de Manolo Blahnik, pero a través de ella, podemos adentrarnos en la importancia que VOGUE tuvo en la difusión de otro tipo de moda, los importantes fotógrafos y artistas que trabajaron para ella, en la figura de Diana Vreeland que consiguió todos esos logros tanto para VOGUE como para Harper's Bazaar; en la figura de Ossie Clark, reputado diseñador de los años 70 en el cual las grandes figuras de la música y de la sociedad confiaron para dejarse hacer; de la importancia de pintores y escultores y artistas en general, de esa unión que existe entre todas las facetas artísticas que en el caso de la moda rebasa la simple banalidad para llegar a estados estéticos más altos. Una retrospectiva que no nos dejará indiferentes si tenemos algo de curiosidad. Como siempre varias lecturas entremezcladas pero separadas para que elijamos con cuál de ellas queremos quedarnos, cuál nos aporta más, o con todas esas lecturas. 

"Influencia española en sus dieseños".


Os preguntaréis ¿por qué el Museo Nacional de Artes Decorativas realiza una exposición de moda cuando por la temática podría hacerse en el Museo del Traje-CIPE? Pues hay una razón, una la que da la organización, concretamente la comisaria Cristina Carrillo de Albornoz: El Arte de los zapatos” es una apología al artesanado elevado a la categoría de arte, en el contexto de un mundo mecanizado. Una exposición en pura armonía con el espíritu del Museo Nacional de Artes Decorativas”. Pero a ésta podíamos añadir que los museos han roto los límites, no solo introdujeron al espectador dentro de ellos, le hicieron participe y sujeto activo de sus políticas, también a la sociedad en la que se inscribía, a la arquitectura, el urbanismo todo ello fue conformando una idea dinámica de lo que es un museo. Pero además ha roto el encasillamiento de sus colecciones, de su temática. Los museos nacionales se caracterizan por su especificidad, eso es lo que les hace únicos, pero las piezas pueden verse de muchas maneras, tienen muchas lecturas, la del propio objeto como elemento histórico por su pasado, artístico por la estética y la belleza, cultural en relación con el devenir que ha tenido en las diferentes etapas por las que ha ido pasando y en la relación con el uso que de él hicieron. Todas esas lecturas, que van formando la idea del tan complicado término de Patrimonio, y otras muchas más, hace que podamos verle en casi cualquier tipo de museo, eso sí sabiendo potenciar la idea que le hace, en ese momento, idóneo para ese museo. 

La exposición es amplia en cuanto a esas influencias que hemos ido marcando y muchas otras, pero eso lo dejo que lo descubráis vosotros. 





Información práctica:
Museo Nacional de Artes Decorativas (Madrid)
Hasta el 08 de marzo de 2018.

"El arte tiene la bonita costumbre de echar a perder todas las teorías artísticas" (Marcel Duchamp)