lunes, 14 de diciembre de 2015

A vueltas con "La Fuente", Marcel Duchamp vs Elsa VonFreytag-Loringhoven



En una anterior entrada hablaba del urinario de Marcel Duchamp en relación con la polémica suscitada por Ai Wei Wei y la compañía Lego. Pues bien, hoy ha llegado a mis manos una entrevista a Avelina Ésper, escritora y crítico de Arte Mexicana, la cual igual que hiciese Eduardo Arroyo, acusa a Duchamp de banalizar el Arte, pero Avelina ha ido más allá diciendo que plagió la obra de  Elsa von Freytag-Loringhoven la cual sería la verdadera autora de “La Fuente”. Pero ¿quién fue Elsa von Freytag-Loringhoven? Elsa fue un artista dadaísta, poeta y artista plástica, conocida como la baronesa Dadá, del círculo de Duchamp y de Man Ray, los mismos que en un principio la admiraban y que luego al virar al Surrealismo la dieron la espalda, algunos hablan de que ese olvido de los que fueron sus amigos y el olvido mismo hacia su figura, precipitó su suicidio un 14 de diciembre de 1927. 
Elsa Plötz nació en Alemania donde trabajará en un cabaret encarnando a una estatua griega, fue modelo para artistas, prostituta, inspiradora de novelas eróticas para uno de sus maridos: Felix Paul Greve, transgresora y radical. Su espíritu libre era la encarnación de todos los presupuestos dadaístas y si algo hubiese que destacar de ésta artista relegada, sería precisamente la búsqueda de la libertad, asumiendo un lema: “no soy de nadie”. Una libertad y transgresión que se aprecia en su forma de vivir y de hacer Arte. Para Elsa, el arte estaba en todo incluso en su propio cuerpo y en su sexualidad, que utilizaba a través de las performance de las que era protagonista e ideóloga.  En 1910 se traslada a Estados Unidos donde será detenida en reiteradas ocasiones por pasearse desnuda por las calles neoyorquinas provocando y provocando arte en forma de perfomance en las que participaban Duchamp y Man Ray, en una de ellas se graba con una cámara estereoscópica rasurando su pubis. En 1917 realiza una escultura formada por una tubería encontrada en la calle dispuesta sobre un trozo de madera para cortar ángulos utilizado por los carpinteros, a la que tituló “God”, obra cuya autoría se atribuyó a un pintor mecanicista, Morton Livingston Schamberg, por un hecho tan "banal" como el de ser el primero en fotografiar la obra. Elsa Von Freytag utilizaba objetos de uso cotidiano como elementos que desprendían arte, que evocaban significados impuestos por el propio artista. Se adelanta a los “objetos encontrados” del Surrealismo, al junk-art y, sobre todo, al "ready-made" creados por Duchamp o al menos popularizados por él. Más cercano en el tiempo y espacio recuerda  los objetos hallados de Ángel Ferrant.
"God" (1917)
 Elsa Von Freytag-Loringhoven
 Elsa vivió el Dadaísmo al límite, encarnó perfectamente los valores de libertad y transgresión que imponía el movimiento pero no sólo en sus obras también en su vida, una vida que podíamos comparar con la de Dalí, unas vidas teatralizadas, inspiradoras de Arte en sí mismas. Y esos mismos valores fueron los que la alejaron de sus colegas, también su personalidad radical. Pero antes de ello y según cuentan algunos críticos, Elsa regaló a Marcel un urinario, el mismo que el presentó bajo el pseudónimo R.Mutt a la Sociedad de Artistas Independientes. ¿En qué contexto se produjo ese regalo? En el de la profunda amistad y colaboración que les unía. Pero también, existe la idea de que Duchamp “roba” la autoría a Elsa una vez que ésta presenta la obra a la Sociedad de Artistas Independientes. A Elsa no la aceptaba la Asociación y ella decide presentar un urinario blanco bajo el pseudónimo Armut, una palabra alemana con múltiples significados que ella solía utilizar en muchos de sus poemas. Además es una palabra que se pronuncia igual que R.Mutt, aunque se escribe de forma diferente. ¿Qué pretendía Elsa con ésta obra? Provocar y poner a prueba a la Asociación, sobre todo en lo referente a sí sabían  distinguir entre una obra de Arte y un objeto cotidiano, lo cual sería un triunfo para Elsa en el caso de que la rechazasen, pero si la aceptaban también sería un triunfo, porque entonces se contradecían al expresar que la obra la define el artista que la presenta, ya que uno de los requisitos era que la obra perteneciese a un artista. La obra como todos sabemos fue rechazada.
Ésta hipótesis la defienden algunos estudiosos, como el antiguo director de los Museos de Glasgow, Julian Spalding, basándose en la existencia de una carta que Duchamp escribe a su hermana en la que reconoce que "La Fuente” fue mandada para participar en la exposición por una amiga suya, pero no señala que amiga, inclinándose los defensores de ésta teoría, en que se referia a Elsa, por la colaboración que existía entre ambos. Les sirve para reafirmar tal idea, que Duchamp, nunca había  admitido de forma explícita su autoría. ¿Elsa o Duchamp? Sea como fuere parece que la obra nació, quizá, de la colaboración de ambos cuando eran vecinos en el Lincoln Arcade Building, en Nueva York, ya que aunque ideológicamente no coincidiesen pero se sabe que compartían muchas experiencias y teorías artísticas.

"Retrato de Marcel Duchamp" (1920)
Elsa Von Freytag-Loringhoven

Para mí todo ésto corrobora la idea de que los estilos artísticos o el nacimiento de nuevas categorías artísticas no dependen sólo de un autor, Picasso no creó el Cubismo, tal y como nos cansamos de leer, y quizá Duchamp tampoco creó en solitario los "ready made". El momento histórico-artístico, el intercambio de ideas hace que las distintas formas de expresarse vayan naciendo, pero como fruto del intercambio,  de la colaboración entre todos ellos, no del ensayo individual.
Que Elsa se viese desprendida de la autoría de sus obras, en el caso de que fuese verdad, también demuestra el papel que la mujer ha jugado en el mundo artístico. El Dadaísmo igual que el Surrealismo y muchos otros movimientos de las Vanguardias minimizaba el papel de la mujer creadora, sustituyéndolo por el de simple acompañante, tanto es así que en el caso que nos ocupa desmentir la autoría de Duchamp significaría devaluar económicamente el valor de "La Fuente", ya que la baronesa Dadá no estaría tan cotizada, pero también serviría para dar la razón a Elsa cuando apuntaba que la obra de Arte no tiene porque definirla el artista que la presenta.
La importancia de que fuese de uno o de otro, quizá estriba mas en la valoración económica, ya que aunque "La Fuente" se considera como la obra que inicia los "ready made" o al menos la más emblemática, Duchamp durante su estancia en París se encontraba trabajando sobre ellos, definiendo algunas de sus características que se aprecian ya en la obra "Rueda de bicicleta" de 1913. Conceptualmente tanto Duchamp como Elsa la dan un mismo significado, ambos provienen del Dadaísmo y utilizan los conceptos propios del movimiento como la provocación unida, por ejemplo, a objetos de desecho, cuestionándose a través de ellos la existencia del Arte.
"Fontaine" (1917)
Marcel Duchamp

viernes, 4 de diciembre de 2015

El Reina Sofía, un Museo Contemporáneo



 El Reina Sofía, como todos sabéis, es uno de los museos más reconocidos por la colección que atesora y por su labor en la recuperación y puesta en valor del Arte Moderno y Contemporáneo español. Como en otras ocasiones he citado, rescató del olvido a grandes artistas que a través de sus obras recrearon, por ejemplo, mundos oníricos como los de Óscar Domínguez o Ángeles Santos. A artistas fundamentales en la Historia del Arte como Juan Gris o Joaquín Mir que desarrollo de una manera personal el Impresionismo. Pero el Reina Sofía, también es el custodio de  una de las obras fundamentales y más representativas de nuestra historia: El Guernica. Una obra que a partir de su aparición en el Pabellón Español de la Exposición Internacional de París, para la que fue realizada, vivió una gira continúa por Europa y América, al final de ese periplo, dejará de ser una obra utilizada como arma política para convertirse en una de las obras de Arte fundamentales del siglo XX. En 1944 Picasso declaró que “hasta que se restauren la República y las libertades democráticas en el estado español”, la obra quedará custodiada en el MOMA. No será hasta 1981 cuando vuelva a nuestro país, primero al Casón del Buen Retiro y posteriormente, en 1992, al Museo Reina Sofía. La historia de su significado es conocido por todos, no sé si tanto el de su exilio, os recomiendo la lectura de ese periplo. Sólo añadir que fue la primera obra cuyo proceso de elaboración está perfectamente documentado gracias a la labor fotográfica de otra gran artista, Dora Maar, la amante en ese momento de Picasso. Os dejo y recomiendo éste enlace.


En ésta nueva manzana, no quiero hablar de arte ni de artistas, pero si de las reformas museísticas llevadas a cabo por el reciente director del Centro Manuel Borja-Villel. El Reina Sofía fue creado en 1988, por Real Decreto como Organismo Autónomo, al igual que el Museo del Prado, dependientes ambos del Ministerio de Cultura. Como ubicación se eligió el Hospital de San Carlos, levantado en época de Felipe II. Sus fondos provenían del Museo español de Arte Contemporáneo, fondos que hasta 1992 se exhibían como parte de exposiciones temporales, en ese año se crea la colección permanente, quedando constituido el Museo como lo conocemos hoy. Desde entonces hasta nuestros días, los cambios han sido palpables, y sobre todo con el actual director que ha entendido mejor que nadie como los Museos son lugares que evolucionan o deben evolucionar a la par que lo hace la sociedad en la que se inscriben, pero nunca dejando de lado que la importancia reside en el objeto que atesora, y que no es lo mismo un museo de Arte Moderno que un Arqueológico.

¿Qué propone Borja- Villel?

El director del Reina Sofía propone y lleva a la práctica un modelo de museo que ya ha obtenido los resultados esperados, ha duplicado el número de visitantes (algo que importa mucho a dirigentes y directores) y ha logrado a través de la puesta en marcha de una ley reguladora, una mayor libertad en la planificación de actividades a largo plazo, por lo tanto mayor autonomía.

Borja-Villel explica como los museo de Arte Moderno han pasado por dos modelos sucesivos en el tiempo. El primero se desarrolla hasta los años 60-70, era un museo lineal y egocéntrico, representado por el MOMA, con un público elitista. Éste tipo de museos es sustituido por otro volcado en la sociedad, un museo que se convierte en un medio de masas y de marketing, dónde la obra apenas se valoraba. Encarnaba éste modelo museístico el Centro Pompidou, a partir de los años 80. 

Lygia Clark
El paso del primer modelo al segundo se da por varias circunstancias, entre ellas el cambio de la idea de obra de arte como objeto de culto hacia la de obra que debe tocarse como proponía Lygia Clark, la cual buscaba la deconstrucción de los conceptos artista, obra y espectador y su interrelación, dando protagonismo al espectador. Nacen nuevas categorías artísticas como las instalaciones o las performances, que imponen nuevos espacios y nuevas formas de entender la obra. Pero también nacen propuestas museísticas en las que el museo se despoja de su tradicionalidad. Tanto las obras como los museos empiezan a cuestionarse, éstos se conciben como una construcción, El otro elemento del cambio sería la sustitución al frente de ellos de historiadores, críticos o comisarios por gestores, nace un nuevo tipo de museo entendido más como empresa generadora de dinero que de cultura.

El modelo que sigue el Reina Sofia, es básico y sencillo, busca la generalidad, podíamos decir que la globalidad, la pluralidad. Se basa en 3 pilares: discurso- objeto- público y la interrelación de todos ellos. Cómo vemos son ideas tradicionales pero modernizadas. Propone un museo transversal y multicultural y no lineal como el primer modelo, ¿en que se diferencian? en lo que apuntaba antes, en la interrelación. En los museos lineales las obras se observan y se relacionan con el discurso casi de una forma aislada, se colocan sobre las paredes siguiendo un relato cronológico en función de los estilos a los que pertenecen y que se fueron sucediendo a lo largo de la historia. En cambio el modelo transversal ejemplificado en el Reina Sofía, habla de la universalidad, de cómo, por ejemplo, las obras de artistas pertenecientes al Informalismo, como Manolo Millares, no pueden verse aisladas, sino en relación con las del Expresionismo Abstracto Americano, al fin y al cabo el primero deriva del segundo, de la nacionalización del movimiento americano liderado por Pollock o de Kooning, buscar las conexiones no sólo de obras pictóricas entre si, también de obras pictóricas con cinematográficas, por ejemplo. Ésta idea hace que se destierre los conceptos de Museos Nacionales, que sólo buscaban construir la idea de identidad a través de un discurso lineal y aislado. Borja-Villel propone un relato plagado de microrrelatos. El nuevo modelo de museos huye del público elitista, minoritario y local y se abre a un público global. Todo ello, impone nuevas formas de exponer y de entender la idea de museo. Se crea un museo que no es propietario de las obras sino custodios de ellas, se da así un gran salto que implica estar más abierto a intercambios, a préstamos entre diferentes instituciones, enriqueciendo la experiencia cultural en todas su manifestaciones y extensión. El ejemplo más palpable del sentido de pertenencia, y ésto es una idea personal pero con ejemplos, es la de Patrimonio Nacional, el cual se ha negado insistentemente a prestar obras al Museo del Prado que formarían parte de interesantes exposiciones temporales, como la dedicada a Bernini.

¿Qué os parece la propuesta seguida en el Reina Sofía? A mí me parece una idea muy interesante, sobre todo porque no deja de lado las funciones tradicionales del museo: la didáctica, la museografía y el público, y en relación con esas ideas crea un museo donde hay y se establecen conexiones entre todos los componentes, pero sobre todo entre las obras de arte, ya que no son elementos aislados, como en muchos otros lugares las entienden. La Historia del Arte se compone de hechos sucesivos en el tiempo pero con muchísimas bifurcaciones e influencias entre los distintos períodos.









sábado, 21 de noviembre de 2015

"Memoria de un sueño", la obra de Baltasar Lobo (parte II)

En el viaje que supone la exposición “Memoria de un sueño. Colección de 1954”, de la Sala de Exposiciones del Museo de La Pasión encontramos la obra de Baltasar Lobo, un zamorano (nació en Cerecino de Campos) muy poco conocido por el gran público, a pesar de que en su ciudad natal tiene un Museo dedicado a su obra y que sus esculturas potencian el urbanismo de ciudades como la misma Zamora, Madrid o Caracas. 

"Madre y niño"
Plaza de Zorrilla (Zamora)
Lobo será uno de esos artistas que llega a París una vez finalizada la Guerra Civil, pero no encontrará una ciudad amable sino una ciudad que practicaba una política represiva con los extranjeros. Su compañera Mercedes, será quien sufra esa represión, ya que permanecerá retenida durante unos meses. Lobo tendrá más suerte, gracias a la intermediación de un amigo periodista, se librará del internamiento. Serán años difíciles. Entra en contacto con Picasso el cual, además de animarle a seguir haciendo dibujos, le presentará a Julio González o a Pevsner entre otros. Con todo lo aprendido en su formación en España y en París su obra consigue despegar, un trabajo que define de la siguiente manera: "...figurativo; es decir, abstracto. Parte forzosamente de una figuración. Se hace abstracción que se simplifica, se sintetiza. Y por simplificar esa realidad entiendo concentrar la emoción con el fin de sentirla, de comunicarla..." En su evolución su obra se va haciendo más abstracta dotándola de un movimiento ondulante que se aprecia en sus trabajos de los años 70.

Sus obras son bloques que va desbastando, eliminando material para sacar la idea primigenia que está en el interior, algo que también decía Miguel Ángel. Cuando contemplamos sus esculturas, podemos observar mentalmente el bloque imaginario de dónde salió, enmarcarlo en líneas, llenar los huecos de material y acercarnos a la idea de desbastar para sacar lo que hay en el interior. Su obra se diferencia de la de González o Picasso en que la de éstos se componía a base de elementos ensamblados y la de Lobo, en cambio, se trabaja desde fuera hacia adentro extrayendo el material. Es un tipo de escultura que se puede denominar como escultura-embrión y que enlaza con las ideas que también desarrollaron sus maestros: Jean Arp, Constantin Brancussi o Henry Moore (Oteiza también se inspirará en éste último). Sus esculturas convergen con la de ellos en la búsqueda de la materialidad, de las formas onduladas de superficies brillantes muy pulidas en las que el material, siempre de muy buena calidad, adquiere un nuevo significado, en la utilización de formas humanas y en la búsqueda y avance hacia formas figurativas con una gran carga de abstracción. En el caso de Jean Arp su obra se transforma desde una figuración surrealista a otra antropomórfica. Y diverge en que tanto Arp como Moore buscan elementos de vacío en sus obras.

Se aprecian además influencias de las culturas prehistóricas y primitivas, como de las Venus prehistóricas de formas muy redondeadas que potencian la idea de la maternidad, recordemos que en la Prehistoria destacaban aquellas partes del cuerpo que se relacionaban con la fertilidad, y es que, la maternidad, se convierte en el tema favorito en la escultura de Lobo junto con los torsos. Se relaciona también con las esculturas primitivas por la forma de bloque y por la simplicidad que busca en sus representaciones, buscando los elementos fundamentales y prescindiendo de los accesorios. La obra de Lobo es bella por eso, por la unión de la simplicidad y por el pulido del material,  que se convierte en elemento imprescindible. Pero el tema de la maternidad también enlaza con lo que comentaba antes de la escultura-embrión, la madre como generadora de vida, la semilla que germina desde dentro hacia fuera, como su escultura. Baltasar Lobo comienza a hacer maternidades cuando observa los juegos de las madres con sus hijos. Son obras vitalistas, tiernas, llenas de contrastes que equilibran la obra. En los torsos destacan los femeninos ya que sus formas más redondeadas le sirven para desarrollar la práctica escultórica. Un ejemplo le encontramos en la exposición motivo de ésta entrada.
"Torse Penché" (1970)
Mármol de Carrara.
Juega así mismo con las formas angulosas, como Jean Arp, pero de acabados sutiles y siempre insertas en un bloque imaginario que hace que apenas existan salientes incómodos.

Baltasar Lobo murió en París en 1993, pero sus maternidades salpican muchas de nuestras ciudades. Cuando paseéis por ellas o por cualquiera de las obras tanto de Lobo como de otros artistas, deteneros a contemplar las esculturas que nos acompañan en el día a día y que a veces por las prisas no reparamos en ellas ni en su calidad. Los museos rompen sus fronteras y salen a la calle.

El torso que podemos contemplar en "Memoria de un sueño" se enmarca perfectamente en las ideas que he comentado. Está colocado en la sacristía del edificio, rodeado de grabados de Picasso, según yo lo veo, no resalta ni la calidad, ni los acabados, ni la idea que Lobo pretende transmitir. Y es que cómo repito en otras ocasiones, el montaje museográfico no ayuda ni a las obras ni al discurso museológico. No se trata de colocar obras diseminadas en la sala, que por otra parte es maravillosa, se trata de que las piezas se relacionen entre sí para poder crear un discurso, que en éste caso debería ser cronológico debido al tema que trata. En ocasiones parece que el único interés es mostrar y no enseñar, volveríamos así a la idea de museo decimonónico, a un museo que no tiene en cuenta al espectador y tampoco la obra, sólo la acumulación indiscriminada sin tener en cuenta criterios expositivos. Las obras adquieren significado no sólo en el espacio que ocupan sino también en relación con el resto de obras con las que se relaciona y ésto, es lo que se tiene que tener en cuenta a la hora de montar una exposición. Colocar paneles explicativos, cómo habitualmente se ha hecho, también ayudaría en la creación de un recorrido que nos ubique en el tiempo y en el espacio. En anteriores manzanas hablaba de cómo el Arte Contemporáneo encuentra dificultad para llegar al gran público, por lo tanto habrá que hacer que se inserte en la sociedad con discursos legibles, con ideas adecuadas, con montajes que atraigan y doten de significado a la obra expuesta. No se puede dar al público sólo obras hay que darles también los elementos necesarios para que las doten de contenido, para que sepan el cómo y el porqué.



A pesar de ello, y como siempre, os recomiendo la visita a la exposición "Memoria de un Sueño. Colección 1954", eso sí, completando vosotros lo que falta, recordad es una colección privada con las lagunas correspondientes.


Información práctica 

Sala Municipal de Exposiciones Museo de La Pasión  
De martes a domingo de 12 a 14 y de 18:30 a 21:30

Hasta el 10 de enero de 2016 








viernes, 20 de noviembre de 2015

"Memoria de un sueño", un viaje por el Arte del S.XX (parte I)



En la anterior manzana hacia referencia a alguno de nuestros artistas que durante años han pasado desapercibidos tanto para el gran público como para algunos centros de Arte. Ponía el ejemplo de Juan Gris, Óscar Domínguez o Baltasar Lobo. A él, a Baltasar Lobo, le dedicaré la segunda parte de ésta nueva manzana.

Baltasar Lobo forma parte de la exposición que podemos ver en la Sala Municipal de Exposiciones del Museo de la Pasión, en Valladolid, bajo el título "Memoria de un sueño. Colección 1954" . A través de las obras de diferentes artistas españoles se pretende hacer un recorrido por el Arte del S.XX en España. El recorrido empezaría a principios del siglo, cuando artistas como Julio González o Pablo Gargallo revolucionaron el mundo de la escultura, una revolución que contribuyó a que ésta dejara de considerarse como la más tradicional de las Bellas Artes. Éste dúo estaría incompleto si no citásemos a Picasso, al cual Julio González, le enseña la técnica de la soldadura que aprendió en los talleres parisinos de la Renault. Con la combinación de nuevos materiales como el metal y nuevas técnicas como la soldadura, la escultura entra de lleno en las Vanguardias, creándose obras por ensambladura, una especie de collage en metal y en tres dimensiones. Picasso en esta ocasión está representado a través de una serie de grabados. A ellos les siguieron otra generación que impulsaron las Vanguardias de España y desde España como Benjamín Palencia creador junto con Alberto Sánchez de la Escuela de Vallecas, o Daniel Vázquez Díaz. Integrantes junto con Francisco Bores, Barradas, Cossío o Ferrant de los llamados artistas Ibéricos. Ésta agrupación nace a finales de 1924, al año siguiente se dan a conocer en una exposición que lleva su nombre, pretendían renovar el Arte y su relación con el público. Cuando estalla la Guerra Civil algunos de sus integrantes salen del país, otros como Bores lo habían hecho una década antes, pero hay un grupo de artistas al que pertenece Ángel Ferrant, que deciden quedarse. Aunque serán ninguneados por el régimen van a mantener el Arte de la Vanguardia desarrollado años antes, se convierten así en el hilo conductor, en los "mantenedores" de una Arte que pudiera recuperarse y continuarse años después. Esa continuación se dio de la mano de Antoni Tapiés, Eduardo Chillida, Jorge Oteiza. En la sala principal podéis encontrar en primer término, las obras del trío mencionado: varias esculturas de González, de Gargallo y los grabados de Picasso, junto con el trabajo de Esteban Vicente y de Pablo Palazuelo en cuya obra a través de los elementos geométricos estudia lo simbólico y material, en sus obras pictóricas la geometría de las formas van acompañadas de un contraste bicromático que acentúa la idea rítmica. La visión de la planta principal se completa con las esculturas de Chillida. 





En la planta superior encontramos obras pertenecientes al Informalismo, destacando el poder de la materia y del lienzo el cual ya no es un simple soporte sino que es el elemento que da significado a la obra. Destaca Manolo Millares y su utilización de la arpillera o de Manuel Rivera que se sirve de la malla metálica, la cual rasga y tensa hasta convertirla en su medio de expresión y en material estético. Junto a ellos la obra de la única mujer presente en la muestra, Carmen Laffón, cuya pintura intimista de objetos cotidianos la convierten en la representante de la pintura realista de la segunda mitad del S.XX. La exposición concluye con la obra de artistas más reivindicativos socialmente como es el caso del Equipo Crónica, representado a través de dos esculturas muy conocidas: "La Menina del Equipo Crónica" y "El Conde Duque", ambos modelos están sacados de la obra velazqueña en las que se inspirarán, pero dotándolas de un nuevo significado.



La muestra es un viaje a través del tiempo, de artistas y de movimientos por ellos representados como el Informalismo o el Constructivismo, un resumen de un momento fundamental en nuestra historia artística estudiada y difundida pero poco conocida por el público que visita los museos, y como siempre digo, al menos los museos de pequeñas poblaciones como la mía. Como paréntesis, apuntar, que los museos que salpican las pequeñas ciudades tienen un doble reto: mostrar las obras de la forma más atractiva posible para hacer llegar el mensaje a los ciudadanos y que éstos valoren lo que ven, entiendan aquellas obras que su mente no procesa como reconocible, no diré figurativo ya que siempre encuentran una figuración dentro de obras que no lo son. El reto de los museos desde que en los años 80 decidieron abrirse al público a través de los Departamentos de Educación y Acción Cultural, es precisamente que la sociedad los integre en ella, esto es más fácil en los museos más grandes ya que cuentan con obras de mayor reconocimiento público. 

Os invito, como siempre, a que la visitéis a que hagáis el recorrido por el tiempo aunque con saltos, a través de la obra de artistas tan personales que reinventaron la materia, las técnicas y los géneros para hacer avanzar el Arte. No están todos los que son pero si son todos los que están. 

Habrá una segunda parte dedicada como he avanzado a Baltasar Lobo, del cual la exposición cuenta con una pequeña obra escultórica.

Información práctica 

Sala Municipal de Exposiciones Museo de La Pasión  
De martes a domingo de 12 a 14 y de 18:30 a 21:30

Hasta el 10 de enero de 2016 



viernes, 6 de noviembre de 2015

La delgada línea entre el Artista y el artesano

El pasado miércoles 4 de noviembre, se inauguró en la SME del Teatro Calderón, una muestra dedicada a Andrés Coello que lleva por título el nombre del artista acompañado de la enigmática cifra 50 de 80. Ambos números hacen referencia al tiempo: 50 años dedicados a la cerámica a lo largo de sus 80 de existencia. La exposición por lo tanto reúne parte de las obras realizadas a lo largo de su vida. En ella encontramos tanto obra pictórica realizada en diversos materiales, como esculturas realizadas en cerámica, y es que éste material es el que identifica a éste ¿artista o artesano?



Sus amigos dicen de él que es único, que sus obras en las que “investiga” acerca de los materiales no tienen parangón pero que no va acompañado de un gran reconocimiento como el artista que es, a pesar de que en Valladolid si es conocido, añaden además, que no entienden que su nombre vaya unido a la fabricación de pequeños palomares cerámicos, yo creo que tampoco es tan extraño, ya que es una temática que repitió durante mucho tiempo y que ha quedado en la memoria colectiva. Llegado a este punto me planteo una serie de preguntas, como por ejemplo, ¿Qué significa ser artista? ¿Ser artista va unido al reconocimiento? ¿Queremos que nos alaben para llenar nuestro ego o porque nuestra obra es verdaderamente buena y aporta algo al mundo del Arte? En estos casos siempre me acuerdo del gran Juan Gris, un artista al que el reconocimiento le llegó en los años 80 del s.XX, cuando el Museo Reina Sofía le brindó una exposición de su obra, la primera retrospectiva del genial pintor que es figura fundamental en el avance del Cubismo por todo el estudio teórico que le aportó,  haciéndolo evolucionar hasta el Cubismo sintético. Él le dio al movimiento el corpus teórico necesario para legitimarle. Sus avances no sólo fueron importantes a nivel cubista, también por extensión a todo el Arte. A pesar de que en París fue altamente reconocido, en España la primera obra que adquiere una institución pública data de 1977, 50 años después de su muerte. Algo parecido podríamos decir de Baltasar Lobo castellano leonés o del tinerfeño Óscar Domínguez, creador de las decalcomanias, una de las técnicas más destacadas del Surrealismo.

"Le moulin à café"
Juan Gris (1920)
Cuando observo la obra de artistas como Coello o Abero, me surge la duda de dónde englobarlos, Arte o artesanía, artistas o artesanos. Realmente esa duda no existe, yo lo entiendo como artesanía, les considero artesanos de la materia, pero no de los significados, no de la evolución artística, por lo tanto su obra no es Arte, en cuanto a lo que entendemos como tal. Creo que Arte es aquello que tiene detrás una ciencia teórica, es cierto que todos sean artistas y artesanos dotan a su obra de significado, de una explicación, pero no me refiero a eso, me refiero a que detrás haya un porqué y que, como he apuntado antes, esa teoría sirva para que los movimientos artísticos y el Arte se desarrollen, no sólo para que reconozcan el trabajo que hay detrás, para tener un minuto de gloria o 15 como dijo Andy Warhol.

Debido a mi trabajo me topo con aficionados que se consideran grandes artistas, casi mejores que aquellos en los que se inspiran (hay una pintora que utiliza sólo la imagen de las Meninas en sus lienzos, ofendida de que en los Centros Cívicos la copien ha patentado tal figura, ahí lo dejo, que Velázquez saque sus conclusiones) y artesanos que se consideran artistas, no digo que sea el caso de Coello, pero que utilizan la palabra artesanía para dar un valor añadido a su obra, es una especie de humildad vanidosa, cuando ellos y ellas se consideran artistas. En éstos tiempos en que la frase “eso lo hago yo” está de moda, todos aquellos que consideran que no están lo suficientemente valorados deberían plantearse si su obra es tan buena como para poder estar en el Olimpo de las obras de Arte. La artesanía no es una deshonra, no eres menos válido por ser artesano, es algo de lo que muchos deberían sentirse halagados porque significa que continúas el trabajo de aquellos primeros hombres que modelaron el barro para poder hacer recipientes con los que calentar sus comidas, por ejemplo, o transportar aceite o vino como es el caso de las ánforas. Son heredero de aquellas primeras formas que en algunos casos hoy consideramos arte. Y gracias a todos ellos existe una continuidad de aquellos trabajos que se podían haber perdido por qué no se adecúan al tiempo que vivimos.

A mi entender la obra de Coello, aunque como decía antes sus amigos la consideren original, a mí me recuerda en ocasiones a Tapiés, por la utilización de cruces, de brazos, el simbolismo puede ser otro, que no lo dudo, pero los signos nos llevan al representante del Informalismo, pero no sólo a él, también a otro de los grandes Manolo Millares o a Esteban Vicente, juega con la materia, con el color, con las formas, pero no tienen la fuerza expresiva del que las dotaron éstos artistas.

"Cruz y copa"
Antonio Tapiés














Hay una de las obras titulada “Manos” a la que Andrés Coello la dota de un significado de unión, siguiendo la idea de que la unión hace la fuerza, por eso en la franja superior vemos dos manos contrapuestas con una cruz aspada, la desunión y en la franja inferior las dos manos intentan tocarse, buscar la unión. Ésta obra me evoca “La Creación” que Miguel Ángel plasmó en el fresco que decora la bóveda de la Capilla Sixtina. Gombrich decía que inevitablemente, nuestra mente relacionaba unas obras con otras, puede que me pase a mí y por ello encuentro tantas relaciones o fuentes de inspiración. Si os fijáis en los significados de las obras artesanales son muy evocadores de valores más humanos, significados más anclados en esa humanidad del día a día de cooperación entre iguales, sin dobles lecturas, con una explicación fácilmente reconocible.

"Manos"
Andrés Coello


  
"La Creación de Adán"
Miguel Ángel (1511)

Os invito a ver la Exposición, a disfrutar de la obra expuesta y a que saquéis vuestras conclusiones: ¿Arte o artesanía? ¿Artista o artesano?

Información práctica 

Sala Municipal de Exposiciones del Teatro Calderón 
De martes a domingo de 12 a 14 y de 18:30 a 21:30

Hasta el 15 de noviembre 


jueves, 29 de octubre de 2015

Ai Weiwei y las piezas Lego



El artista chino, Ai Weiwei, vuelve a estar de actualidad, en esta ocasión no es él quien se ha puesto en el candelero por alguna obra controvertida, sino la polémica con la Compañía Lego  que se ha negado a proporcionarle las piezas necesarias para una de sus obras. El año pasado Ai realizó más de 150 retratos, con éstas pequeñas piezas de construcción, en los que representó a disidentes presos y exiliados de diferentes países que alzaron su voz contra la corrupción política, y que se exhibieron en la archiconocida prisión de Alcatraz en Estados Unidos.

"Trace" (@Large: Ai Weiwei on Alcatraz")
Ai Weiwei, 2014
"Trace" (@Large: Ai Weiwei on Alcatraz")
Ai Weiwei, 2014

Entre ellos hay personajes de lo más variado desde Nelson Mandela a Edward Snowden. La serie se tituló "Trace", dentro de la exposición "@Large: Ai Weiwei on Alcatraz" (at large es una expresión que en castellano traduciríamos como prófugo). Esta vez pretendía hacer lo mismo, serían 30 retratos de activistas australianos que han luchado por los derechos civiles, la exposición llevaría por título "Andy Wharhol/ Ai Weiwei" y su lugar de exhibición la Galería Nacional de Victoria en Melbourne, Australia.  Encargó a Lego las piezas pero la empresa se negó a suministrárselas ya que no quiere que sus conocidas construcciones formen parte de una obra con sentido político. ¿Qué ha hecho el artista? Pedírselas a sus seguidores y éstos han reaccionado en masa. Pero además, ha hecho una crítica a la empresa a través de su cuenta de Instagram, ha colgado una imagen de un retrete al que ha tirado piezas Lego, denunciando así la negativa a proporcionarle las mismas.

Desde que Marcel Duchamp "pusiera de moda" la utilización del retrete como objeto artístico, muchos han sido los que le han criticado (sus coetáneos, cuando le presentó en la Sociedad de artistas independientes de Nueva York, bajo el seudónimo de R.Mutt) y muchos otros los que se han servido de su idea. En este caso no sabemos si la imagen se convertirá en una obra de Arte definitiva o sólo quedará su presencia en la red. Yo apuesto a que se convertirá en objeto de denuncia contra la censura impuesta por Lego.
La imagen colgada en Instagram, me ha recordado a otra mucho más cercana, la instalación de Judith Álvarez "Home", que hace meses expuso en la Sala Municipal de Exposiciones del Teatro Calderón en Valladolid. La exposición tocaba el tema de los desahucios, un tema de actualidad, y concretamente "Home" era la más explícita. La instalación constaba de dos partes y una de ellas, estaba formada por 3 urinarios que la artista encontró tirados en un contenedor. Tal y como ha hecho el artista chino, ella depositó en el fondo unas casitas de colores (objeto de coleccionista) similares a las del Monopoly. ¿No es una forma evidente de comunicar algo tan dramático como un desahucio? Ambas obras, además de tener presente el objeto que Duchamp elevó a la categoría de obra de Arte, a través de lo que él popularizó como Ready Made, también conecta con el artista en cuanto a la teoría, la importancia radica en el hecho creador. Marcel Duchamp comenzó a utilizar objetos de uso cotidiano en sus obras dando comienzo a una nueva forma de hacer y pensar el Arte, es lo que se denomina Arte Conceptual. La clave del movimiento radica en la idea que el artista quiere expresar, en todos los significados que están detrás de un objeto, y que son los que llevan a crear y dotar de significado el elemento elegido. Elige un objeto de uso común y por su propia voluntad lo eleva a la categoría de Arte dándole una nueva lectura, uso y significado, se desprende así de su característica de cotidiano.

"La Fuente" (Marcel Duchamp); "Home" (Judith Álvarez); Retrete (Ai Weiwei)


De entre todas las críticas que se han vertido sobre los Ready Made, me quedó con la de Eduardo Arroyo que responsabilizaba tanto a Marcel como a sus obras, de ser los causantes de la muerte del Arte y de los Museos que se han llenado de elementos banales convertidos en obras de Arte. Os aconsejo la lectura de una entrevista en la revista "Tendencias del Mercado del Arte"

Para contrarrestar esta nueva forma de Arte, Arroyo, Recalcati y Aillud realizaron en 1965 la obra "Vivir y dejar morir o el fin trágico de Marcel Duchamp", en ella y según sus palabras querían "asesinar en vida a Duchamp". En la obra aparece el ya citado retrete convertido en fuente que es el comienzo de una nueva forma de ver el Arte y que da paso a todo el arte actual. Pero curiosamente la obra de estos tres artistas terminó en el Museo Reina Sofía, donde podéis encontrarla. Digo curiosamente, porque ésta obra nace para contrarrestar los efectos de la teoría artística de Marcel y sobre todo de una obra que tenía como protagonista una Coca-Cola que eligió al azar y que se expuso en el mismo Museo. 
"Vivir y dejar morir o el fin trágico de Marcel Duchamp",
Eduardo Arroyo, Gilles Aillud, Antonio Recalcati, 1965
Arroyo acusa a éstos centros artísticos de convertirse en cementerios del Arte, pero sus obras engrosan la lista de objetos museables...

¿Realmente la idea de Duchamp fue tan descabellada y trajo la muerte del Arte? O por el contrario ¿hizo que el Arte avanzara sobre todo en cuanto a concepto o teoría artística dando paso o convirtiéndose en fuente de inspiración para el Arte actual? Yo creo más bien en lo segundo, el atrevimiento de Duchamp hizo que el Arte evolucionase y mucho, el objeto se convirtió en accesorio, la importancia la tenía la idea que llevó al artista a crear esa obra, lo que subyace tras ella.

Volvamos a Ai Weiwei, ¿es casual la utilización que ha hecho del retrete? Evidentemente no, no lo es. Si os fijáis en su obra y en la de Duchamp aparece una misma referencia R.MUTT  y una fecha, en cada uno la referida al año en que se realizó 1917 y 2015. Cuando Duchamp realizó su obra añadió R. MUTT, su seudónimo pero también, el nombre de un fabricante de urinarios de Nueva York. Weiwei lo utiliza en un guiño total al maestro, ya que cuando Ai se traslada a Estados Unidos, para completar su formación, entra en contacto con la obra del Pop Art, del Minimalismo y por supuesto de Duchamp y del Arte Conceptual.

A Ai Weiwei no sólo se le conoce por sus obras polémicas, por haber estado encarcelado en China, también porque es una gran activista que lucha por conseguir que se reconozcan los derechos humanos fundamentales en su país y en el resto de países en lo que éstos no existen o se anulan.

Debido a la cantidad de donaciones que se prevén, realizará otra obra en honor a la libertad de expresión, si queréis colaborar en su elaboración en su cuenta Twitter ha colgado los lugares de recogida de las polémicas piezas Lego.

¿No es maravilloso el Arte, con todas esas lecturas, guiños y entresijos??? 


lunes, 19 de octubre de 2015

Tiempos de Melancolía

"Estudios de cabezas"
Antonio de Pereda (1611-1678)
Hace apenas una semana, se dio por finalizada la exposición "Tiempos de Melancolía. Creación y desengaño en la España del Siglo de Oro", en el Palacio de Villena sede de exposiciones temporales del Museo Nacional de Escultura de Valladolid. La exposición estaba dividida en cinco apartados cuyo eje común era el sentimiento de melancolía a través de los tiempos, partiendo de su creación en la Grecia Clásica. En la Antigüedad médicos como Galeno o Hipócrates diferenciaron cuatro humores que se relacionaban con los estados de ánimo. El cuarto humor, se identificaba con la bilis negra y le correspondía un estado triste, apático pero también de exaltación con tendencia a la locura y al suicidio y que definiría así al estado melancólico. La palabra melancolía deriva etimológicamente del griego melas (negra) y chole (bilis). Desde entonces ese estado del alma caracterizará a intelectuales y artistas relacionándose con una fuerza creadora llena de ingenio. Durante la Edad Media se identifica con un pecado pero en el Renacimiento será el sello de identidad de todos y cada uno de los grandes genios. La muestra aclara como no existe un único genio melancólico si no multiplicidad de ellos, desde Alonso Berruguete o el Greco en el Renacimiento hasta Sánchez Cotán o Antonio Pereda durante el Barroco. Pero también añade literatos, reyes como Felipe II que aparece representado a través del retrato que le realizó Antonio Moro, personajes de ficción como Don Quijote...
 
"Cristo, Varón de Dolores" (Pequeña Pasión)
Alberto Durero, 1511
Pero la representación que mejor define éste estado, la más conocida, laureada y explícita es la que nos lega Alberto Durero en 1514, convirtiéndose en el modelo iconográfico a seguir, grabado reproducido miles de veces y conocido por todos. Incluso cuando, y tal y como nos cuentan en la exposición, la melancolía se cristianice, ciertos rasgos del grabado de Durero como la cabeza apoyada en la mano, serán tomados para la representación del desamparo de Cristo ante su Pasión, unido a un aire meditativo. Alberto Durero y sus grabados sobres el tema no podían, por lo tanto, faltar. Por un lado el de "Melancolía" que es la obra inspirada e inspiradora y por otro "Cristo, Varón de Dolores" que toma como decía antes elementos iconográficos de la anterior. La primera se convierte en el centro sobre la cual giran el resto de objetos que completan la muestra y que sirven para ilustrar el estado melancólico a través de los tiempos, de las ciencias y de los escritores, tratadistas y artistas que se interesaron por él.
 
La melancolía además de tener una iconografía propia también tiene otra a través de la que se mimetiza: la de Saturno. La melancolía o el estado melancólico que se suponía a los artistas y todo lo que ellos conllevaba se relacionaba con un planeta: Saturno que se identificaba con la inteligencia, la vida solitaria, con los adivinos, profetas y sibilas. Representaciones de ésta última encontramos la que sale de la gubia de Alonso Berruguete y la de los pinceles de José Ribera. Y es que estas ideas y definiciones que se difunden sobre la melancolía y la encarnación de los melancólicos, no podían escapara a los instrumentos de nuestros artistas. Así José Ribera, el cual aparece ampliamente representado en la muestra, plasma a "Pitágoras" y a la "Magdalena Penitente la cual exhibe su ascetismo a través de la mirada absorta, perdida, en paisajes desolados, elementos que aparecen unidos al estado que describimos. En cuanto a la imagen de Saturno, se ha elegido un lienzo de Rubens que representa la iconografía mas difundida de éste dios, la del padre que devora a sus hijos, el tiempo que devora la vida, ya que la idea de muerte va unida a la melancolía. Siguiendo con esa misma idea se desarrollaron durante el Barroco las Vanitas que ilustran la última parte del recorrido titulada "Nada". Durante el S.XVII surge un tipo de bodegones de naturalezas muertas que se denominan las vanitas. Estaban formadas por cráneos, relojes de arena, pompas de jabón objetos que hablan del tiempo que se va, de la fugacidad de la vida y la llegada de la muerte, pero no en el sentido latino del carpe diem que nos animaba a aprovechar el momento, sino más bien del sentido trágico y de derrota que acompañaba a ese siglo de Oro. La preocupación por la fugacidad de la vida, de lo material y la llegada de la muerte también caracterizó a los melancólicos. Ejemplos tenemos varios como las "Vanitas" de Antonio Pereda con la imagen de varios cráneos dispuestos en una perspectiva poco habitual y alterada, acompañados por un reloj que marca la fugacidad del tiempo. O "Bodegón con cajita de dulces" de Van der Hamen que nos enseña los placeres de los que podemos disfrutar pero que también son transitorios y putrefactos como la vida misma. Con todos estos elementos vamos completando la visión melancólica, la damos forma a través de los objetos, elementos y personajes laicos y cristianos a través de la cual se la representa.
 
 
"Mito de la construcción de la Torre de Babel"
Pieter Brueghel el joven, ca. 1595
Los cinco apartados de la exposición sirven para ilustrar como con el paso del tiempo esa dolencia del alma, no sólo se estudia desde una perspectiva médica o es una característica de los artistas o filósofos, se amplia el campo sobre el que actúa y se proyecta sobre los santos. Así aparecen "Santa María Egipciaca" de Luis Salvador Carmona o "San Jerónimo penitente" del ya citado Ribera. Desarrollándose plenamente en el S.XVII debido al sentimiento de abatimiento que empezaron a relacionar con nuestro país, quedándose como un elemento identificativo.  
 
Como vemos la exposición nos planteaba un recorrido por una temática muy definida a través de grandes obras de alguno de los mejores artistas, además de los citados también estaba Velázquez representado a través de su magnífico autorretrato incorporado cuando la exposición ya estaba iniciada. Pero también ediciones impresas que describen el tema a tratar  como "El Libro de la Melancolía" de Andrés Velázquez o "El melancólico. Doce comedias nuevas de Tirso" de Tirso de Molina.
 
A través de lienzos, esculturas libros e instrumentos musicales se va conformando la idea melancólica, su estudio, desarrollo, difusión y plasmación en los diferentes soportes. Pero también a través de un recorrido, el expositivo, dirigido por el color grisáceo de las paredes y la luz tenue que nos sitúa aún más en un tiempo definido y en un estado anímico altamente ingenioso y productivo. En anteriores exposiciones hablaba de una falta de interés en el montaje expositivo, en esta ocasión no puedo decir lo mismo, afortunadamente. El itinerario como decía estaba dividido en cinco partes diferenciadas en estancias separadas pero uniformes. La exposición nos propone un recorrido lineal con una circulación tipo peine ya que las obras se distribuían a ambos lados . En el diseño de una exposición además de la temática, las obras o la financiación para que se lleve a cabo, lo que hay que plantearse casi desde el principio es el tipo de recorrido eligiéndose siempre aquel que sea más cómodo para el visitante, evitándose los cul de sacs. es decir, recorridos que crean aglomeraciones al final de la exposición. A pesar de la iluminación tenue las cartelas y los paneles explicativos, así como las obras tenían una iluminación correcta e individualizada que permitía su lectura y visualización sin llegar al cansancio óptico. Quizá el elemento menos positivo ha sido la ausencia de un folleto explicativo, que además de introducirnos en la exposición se convierte en último vestigio, junto con el catálogo, de la exposición, una vez que ésta ha finalizado.
 
La exposición ha sido producida por el MNE en colaboración con la Obra Social de La Caixa, y responde a un tipo denominadas itinerantes ya que se pueden ver en diferentes sedes. Éste tipo de exposiciones nos permiten además de verlas en más lugares, compartir los costos de producción, seguros entre los distintos organizadores, que normalmente son las sedes que las acogen, aunque puede darse el caso de que esas sedes las alquilen.
 
Para quién no disfrutase de ella en Valladolid, pueden acercarse a los siguientes espacios:
 
Museo de BBAA de Valencia, del 4 de noviembre de 2015 al 17 de febrero de 2016
Caixa Fórum de Palma de Mallorca, del 2 de marzo al 11 de junio de 2016
"Bodegón con cajita de dulces"
Juan Van der Hamen y León, 1621
 

jueves, 8 de octubre de 2015

Remedios Varo, logicofobista


Después de algunos días sin escribir nada, he optado por dedicar ésta manzana a Remedios Varo. Una artista bastante desconocida, algo por desgracia muy frecuente y más tratándose de mujeres.

Mª de los Remedios Alicia Rodriga Varo y Uranga o sencillamente Remedios Varo, fue una escritora y pintora surrealista en la órbita de, por ejemplo, Ángeles Santos por lo etéreo de sus composiciones y las figuras estilizadas. Figuras estilizadas y etéreas que incluso pueden recordarnos el Manierismo y a El Greco.
Aunque muchos la creen mexicana y México la valora como tal, incluso la tienen en muy alta estima comparándola en cierto modo con Frida Khalo, Remedios Varo nació en Anglés, Gerona, en 1908. Desde muy pronto sintió la llamada del arte. A estas inquietudes de poder expresar lo que sentía a través de la plástica contribuyó su padre, un Ingeniero Hidráulico, libre pensador que la animará para que estudie en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, convirtiéndose en una de las primeras mujeres estudiantes. Allí conocerá a Maruja Mallo con la que seguirá coincidiendo tiempo después. Que su padre fuese libre pensador, posibilitó su desarrollo artístico, ya que las mujeres estaban limitadas en muchos aspectos, también en el artístico, y si no que se lo pregunten a María Blanchard, a Marie Laurencin o a cualquier otra integrante de las Vanguardias. Mujeres que estuvieron a la sombra de los artistas masculinos y si eran sus parejas más aún. Mujeres artistas a las que se las pedía una pintura decorativa porque iba más con la fragilidad que se las suponía. Pintura decorativa que adoptaron algunas como Laurencin. Es curioso, cuando hablamos del mundo de las vanguardias, todos las suponemos rompedoras, ya que buscaban salirse de los cánones, provocar con una nueva visión, pero sólo en el mundo de la creación plástica, ya que respecto al papel de sus compañeras en el mundo del arte se mostraron muy convencionales no aplicando la misma visión de ruptura y de antiacademicismo presente en sus obras.

"L´agent Double" (1936)

Remedios Varo pertenece al mundo del Surrealismo al cual llega de la mano de una de sus parejas, Esteban Francés en los años 30. Ambos junto con la ya citada Maruja Mallo formarán un grupo diferenciado pero dentro del movimiento Surrealista: el Logicofobista, sus integrantes rehuían de la supremacía parisina. La primera exposición del grupo la organiza el galerista Dalmau en los sótanos de la librería Catalonia en mayo de 1936, en el nº 3 de la Ronda de Sant Pere, en Barcelona. Para esa exposición realizó tres dibujos de los cuales no se tienen noticias de su paradero. Los Logicofobistas se llamaron así por su búsqueda de lo opuesto a la lógica, intentando plasmar los estados internos del alma. La obra de nuestra artista buscaba eso, representar su propia existencia, sus sinsabores, en ese punto se acerca a Frida Khalo pero se distancian en todo lo demás tanto en la plasmación formal, como en la estética. Frida es mucho más realista y dura a la hora de transmitirnos sus sentimientos. El grupo nos puede resultar desconocido, pero si profundizamos en el desarrollo del Surrealismo en España, veremos qué fue un pilar fundamental. Este desarrollo se llevó a cabo a través de 4 puntos geográficos, en el catalán tendrá gran importancia el grupo ADLAN y el Logicofobista. Durante su pertenencia al grupo realiza "L'agent Double" que anticipa el estilo que la caracterizará 15 años después en su etapa mexicana.
Al poco tiempo estalla la Guerra Civil española, Remedios, se marcha a París donde entra en contacto con el grupo surrealista de André Breton. Conocerá a Joan Miró, Max Ernst, participando con ellos en diversas exposiciones de carácter internacional como la que se realiza en Tokio. Estamos en los años de la 2ª Guerra Mundial, Francia es invadida por los alemanes y Remedios junto con el poeta surrealista Benjamín Peret con el que había llegado a París, marchará hacia tierras americanas. En 1941 llega a México. Allí se dedicará a realizar todo tipo de trabajos artesanales y comerciales e incluso trabajará para el Instituto de Malaria de Venezuela, estudiando en el microscopio a los mosquitos transmisores de la enfermedad, para posteriormente, hacer detalladísimos dibujos de ellos. Su segundo marido, un político austriaco refugiado en México será quien la anime y convenza para que se dedique por entero a la pintura. En 1955 realiza su primera exposición colectiva y un año más tarde la exposición estará enteramente dedicada a ella. Muere en México en 1963.
Para analizar su obra deberíamos detenernos en la perfección del dibujo y en las relaciones espaciales que establece entre los objetos de sus obras. Estos dos elementos les desarrolla desde muy pronto. Volvamos a su padre, decía que era Ingeniero Hidráulico manejaba objetos con los cuales Remedios se familiarizó y a través de su observación estudio y dibujo, no sólo desarrollo la técnica, también la percepción de los mismos en el espacio. ¿Os recuerda esto a alguien? A mí a Gaudí. El padre de Gaudí tenía un trabajo más modesto, era calderero, él le ayudaba y eso le llevó a desarrollar la habilidad de imaginarse los volúmenes, las perspectivas que luego le serían tan útiles en la realización de su obra arquitectónica y escultórica. Pero Gaudí no dibujaba nada de eso que imaginaba, lo pasaba directamente a una maqueta. Un genio!!!
La obra de Varo se caracteriza además, por la unión de lo mítico y lo fantástico, con lo científico. Reúne ficción, sueño y premonición debido a su interés creciente por las ciencias ocultas como la alquimia pero también por los avances científicos en materias como la botánica, las matemáticas, la astronomía y la biología (recordad su trabajo en Venezuela). Compagina así ambos mundos que nos conducen a lo transcendental de su obra.
"Mujer saliendo del psicoanalista" (1960
"Naturaleza muerta resucitada" (1963)
El interés por lo científico y lo onírico que sublima el Surrealismo se encuentra por ejemplo en "Mujer saliendo del psicoanalista" (1960).  En ésta obra aparece representada ella misma y su alter ego, que aparece reflejado en la máscara que mira en el sentido contrario al de la mujer. Hay elementos que nos remiten a la ciencia como el propio psicoanálisis e incluso la cabeza que lleva en la mano, de la cual parece querer desprenderse tirándola al pequeño estanque o pozo y que se ha interpretado como la del propio Freud, pero también como un ex marido, es decir, una autoridad masculina. Autoridad de la que pretende deshacerse, el agua representaría la limpieza y también el sentido de su terapia, desprendiéndose de las ataduras y del pasado. Para Platón la cabeza representaba el microcosmos y el cabello blanco del cual la suspende, es un reflejo de la intensa vida emocional. Otros símbolos hablan del gusto por las ciencias ocultas, el misterio, el verde de la capa que la envuelve es en adivinación el símbolo de la esperanza. En "Naturaleza muerta resucitada" se aprecia también un gusto por las ciencias ocultas, la Alquimia junto con la Astronomía y la Ciencia, pero lo une con una temática pictórica muy tradicional, la de las naturalezas muertas que componían bodegones, muy característicos del Barroco. Pero las frutas debido a la ciencia y a la fuerzas místicas renacen, giran y gravitan en torno a una vela, asegurando la regeneración de la vida.
Como buena surrealista práctica con procedimientos creados por los integrantes del movimiento como la calcomanía (o decalcomanía creada por Óscar Domínguez), el gratage, el fumage o el cadáver exquisito del que existe uno fechado en 1935 realizado junto a Óscar Domínguez y Esteban Francés. A través de estas técnicas buscaba profundizar en el análisis de las conexiones entre el consciente y el subconsciente, entre el mundo de los sueños y lo real.
"Cadáver exquisito" (1930)
Su estilo narrativo se caracteriza por la presencia de figuras que nos recuerdan a mujeres, pero no son tratadas como objetos como hicieron surrealistas como Dalí para el cual la mujer era objeto de deseo y de frustración. Son "mujeres", seres andróginos que representan su propia experiencia, siendo una manifestación de su yo. En ocasiones los rostros resaltan por unos ojos almendrados que nos recuerdan los de Remedios Varo equiparando así los temas a su experiencia vital. También hay alusiones a la rebeldía que sentía a ser mujer en un mundo patriarcal lo cual se aprecia en la idea de no presentar a mujeres tal cual, para que no sean objeto, si no sujeto. La importancia de la mujer se aprecia en el significado. La mujer poseía poderes metafísicos y regenerativos conectados con la naturaleza como se aprecia en "Exploración de las fuentes del río Orinoco". Pero la mujer es también fuente de sensibilidad debido a su conciencia feminista.
Sus fuentes se han encontrado en el Bosco, en Brueghel o en Goya por los elementos oníricos, fantásticos, metafísicos que aparecen en las obras de todos ellos.
Esta es mi pequeña aportación sobre la desconocida Remedios Varo, espero os guste.
Explorando las fuentes del río Orinoco (1959)

"Bordando el manto terrestre" (1960)


"El arte tiene la bonita costumbre de echar a perder todas las teorías artísticas" (Marcel Duchamp)