lunes, 18 de diciembre de 2023

Yves Klein, el IKB y las Antropometrías.

Después de este parón, volvemos a la carga para adentrarnos de nuevo en este apasionante mundo que es el mundo del arte. Un mundo hipnótico, motivador y lleno de preguntas que en ocasiones carecen de respuestas certeras. El arte sirvió para transmitir ideas, para divulgar estilos, para concienciar de diferentes problemas que acuciaban y acucian a la sociedad de todos los tiempos y para deleitarnos en la mayoría de las ocasiones. Pero el arte también fue experimentación, y dentro de este gran campo experimental encontramos la obra de Yves Klein. Cuando oímos su nombre siempre acude a nuestra mente un color, todos sabéis que color es ¿verdad? Exacto el azul, un azul con apellido, el apellido de su creador, el azul Klein o también conocido como el IKB (Internacional Klein Blue). Un color azul intenso, puro, sin gradaciones de otras tonalidades, conseguido a través del uso de una resina que funciona como aglutinante del pigmento y que le proporciona la fuerza que caracteriza a este color. Klein patentaría este tono y comenzaría a utilizarlo como elemento sobre el que pivotarían todas sus composiciones. El color convertido en el leitmotiv de su obra. Poco se habla de la importancia que el color tiene en las obras de los artistas, siempre nos fijamos en el tema, pero ¿y si el color es el tema en si mismo y no los objetos, personajes o líneas que aparecen en la composición? A partir de ahora, cuando veáis una obra, preguntaos que importancia tiene el color en ella, que quiere expresar el artista, porqué utiliza ese color y no otro. Fijaos en la técnica, en las novedades que aporta, en el motivo que lleva a un creador a utilizar una técnica u otra. Volvamos al azul Klein. Será en la década de los 40 del siglo pasado cuando nuestro artista comience a utilizar la monocromía en sus obras. A finales de la década siguiente, solo un año después de haber realizado su primera exposición pública, la Galería Colette Allendy, de París, organiza la exposición Yves, Proposition Monochromes. Las obras de esta muestra eran lienzos pintados por completo en un solo color, azul, rosa o dorado. Podemos pensar, que pintar un lienzo en una sola tonalidad podía no ser arte, pero Klein se sirve de las diferentes texturas para conseguir transmitir la experiencia de la sensibilidad. Según sus propias palabras "[...] la sensibilidad nos permite perseguir la vida al nivel de sus manifestaciones materiales [...]" 

IKB 191

Pero la experimentación en el campo del color se acompañó de la experimentación en la técnica. Justo un año después de la exposición de "los monocromos", en 1958, Klein comienza a utilizar la técnica denominada pinceaux vivants, o dicho de otro modo, pinceles vivientes, es decir, se sirvió del cuerpo de una mujer al que embadurnaría por completo de azul y la haría rodar por un papel, dejando así la impronta de su cuerpo, pero no de una forma aleatoria, sino que Yves iba dirigiendo el movimiento de la modelo. 



Parece ser que la idea de utilizar esta nueva forma de pintar, provenía de la práctica del judo, ya que los cuerpos al caer sobre el tatami dejaban la huella de su caída. Tengo que añadir que Yves Klein era maestro de judo y que este deporte estaría en la base no solo de la técnica de los pinceles vivientes, sino también de una especie de performance en las que practicaba el salto al vacío. La utilización de nuevas técnicas no era algo novedoso en la obra de Yves ya que desde sus inicios decidió prescindir del pincel al que consideraba "excesivamente psicológico" prefiriendo el uso primero de esponjas naturales y luego de rodillos, ya que a través de ellos podía poner distancia entre la obra y el artista. Pensad que la preferencia en la utilización de los diferentes pinceles y la forma de dar las pinceladas o la pastosidad que deja en el lienzo, es una marca que sirve para caracterizar a los artistas. La idea de los pinceles vivientes ahondaba en la búsqueda de esa escisión entre el artista y la obra. Klein consideraba que el arte tiene que ser concebido como separado de cualquier medio o técnica particular. 


Antropometría de la Época Azul 
Centro Pompidou 

En 1960 patenta el IKB y es ese año en el que las Antropometrías se convierten en las obras más deseadas del artista, un título dado por el crítico francés y fundador del movimiento Nuevo Realismo, Pierre Restany, y que caracterizan la Época Azul. Estas antropometrías no eran obras que se realizasen en un estudio, sino que eran perfomance, es decir arte de acción, que en algunos de los casos fueron públicas, como la que se llevaría a cabo en la Galería Internacional de Arte Contemporáneo del conde Arquian. Imaginad esta puesta en escena en la que unas modelos que previamente cubren su cuerpo de esa tonalidad característica, dejan su impresión en un lienzo colocado en vertical. Los movimientos de las modelos eran dirigidos por el propio Klein vestido con esmoquin cual director de orquesta. Movimientos lentos y armónicos que dejaban la huella de sus muslos y torsos los cuáles al ser presionados o arrastrados sobre el papel creaban marcas no solo de estas partes del cuerpo, sino también otras dinámicas pero también estáticas. Esa "danza" se ejecutaba al ritmo de la Sinfonía Monótona Silencio, creada por el propio Klein en 1948. Con esta Sinfonía, Klein buscaba expresar la idea del silencio que llega después de los sonidos ejecutados tras la interpretación. Un silencio que podría traer la felicidad en un período de tiempo cuya duración podría ser inconmensurable. Tras la performance se abría el debate sobre la ritualidad en el arte. Una ritualidad que estaba presente desde el inicio de la creación artística de las Antropometrías. Esta serie no tiene que ser vistas como una técnica que puede recordarnos a las Decalcomanías de Oscar Domínguez y que caracterizaron el Surrealismo Automático, sino que en el caso que nos ocupa, sí que se busca una creación dirigida y no dejada al azar. A esto hay que añadir dos ideas más, la primera al utilizar el cuerpo de la mujer lo que buscaba era dar una nueva lectura, de un tema, que estaba tan manido en la creación artística y la segunda tiene que ver con el significado de la antropometría en sí y que está muy relacionado con esas nuevas sensaciones o sensibilidades. Si no buscaba plasmar la representación real de un cuerpo, tampoco buscaba la figuración. Para Klein la antropometría era la plasmación de la fuerza vital, de una ritualidad donde de nuevo busca el aislamiento entre creador y obra, a pesar de ser el maestro de obras que dirige la composición, y que podríamos relacionar con la idea de la obra de arte total. 

El azul intenso no solo fue utilizado para estas obras, también realizaría esculturas como la Victoria de Samotracia S9 que se conserva en el Museo Nacional Centro de Arte Contemporáneo Reina Sofía. 

Yves Klein se fue pronto, pero su obra concentrada en tan solo 7 años, se convirtió en la avanzadilla de otras manifestaciones que buscaban la subversión en el arte. Sus originales creaciones están en la órbita de otros movimientos como el Dadaísmo, el Arte Conceptual o el Body Art al que seguro que os ha recordado a medida que describíamos la técnica del pinceaux vivant. 

Os recomiendo que busquéis la performance y disfrutéis del arte de acción de un artista como Yves Klein. 


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"El arte tiene la bonita costumbre de echar a perder todas las teorías artísticas" (Marcel Duchamp)