"El Beso" (Auguste Rodin, c.1882) Musée Rodin |
El
amor es el sentimiento más universal que mueve el
mundo. Un sentimiento inspirador para las artes. León Tolstói, en la novela
Anna Karenina, se hizo eco del sentimiento amoroso más arrebatador que llevó a
la locura a su protagonista. Anna se enamora apasionadamente del Conde Vronski,
un amor correspondido que hizo que ella abandonase su vida
familiar para vivir la pasión que finalmente la llevará a la locura, una locura
causada
por los celos que desembocarán en la muerte de Anna. Pero si de locuras
de amor se trata, la más famosa será la de Juana I de Castilla, perdidamente
enamorada de su marido Felipe “el hermoso”, la reina enloquece debido a la
peligrosa combinación de adulterios y celos. Tal es su locura, que cuando éste
muere, ella decide enterrarle en Granada. La reina, en un macabro cortejo fúnebre, acompañará
su cadáver desde Burgos hasta el enterramiento real granadino. Francisco
Pradilla, a mediados del S.XIX, decide inmortalizar en el lienzo “Doña Juana la
Loca” ese episodio, muy adecuado para la esencia Romántica, convirtiéndose en su obra maestra.
"Doña Juana la Loca" (Francisco de Pradilla, 1877) Museo Nacional del Prado |
No solo el amor o la locura que desencadena ese
sentimiento, también el despecho que nace del desamor o de la traición de uno
de los amantes, se han convertido en motivos sobradamente representados en
novelas y poemas, en ballets y películas o en pinturas y esculturas. Historias
inventadas unas y reales otras que llenan el panorama artístico.
Fotograma de la película "Anna Karenina"(1914) |
Cuando hablamos de traiciones, seguro que recordamos
muchas de ellas, por ejemplo, la que sufre el rey Arturo por parte de Ginebra y
de su caballero Lancelot. Una historia que todos conocemos, pero quizá lo que
algunos desconozcan, es que es parte fundamental en otra traición posterior, la
de Paolo Malatesta y Francesca Rímini. ¿Conocéis la historia de Paola y
Francesca?¿Sabéis dónde aparece narrada su breve historia
de amor y traición? ¿Quién o quiénes se encargaron de plasmarla y difundirla?
Entre los que materializaron una parte de ésta historia medieval se encuentra
Rodin (1840-1917). El escultor francés decidió inmortalizar en “El beso” el momento
central en el que la pareja de cuñados se besa. Un beso con repercusiones
fatales para ambos. Éste famoso grupo escultórico, muy difundido, conocido y
reconocido, fue labrado para que formase parte de las no menos famosas Puertas
del Infierno. Unos años antes, los pinceles del prerrafaelita, Dante Gabriel
Rossetti (1828-1882), también se encargarán de dejar constancia de ésta concisa
historia de amor. Un sinfín de pintores, escultores, grabadores, músicos y poetas, se
harán eco de la leyenda: Joahnn Heinrich Füssli, Bertel Thorvaldsen,
Jean-Auguste-Dominique Ingres, Anselm Feuerbach, Gustave Dorè o Tchaikovsky.
Pero sobre todo y ante todo Dante Alighieri, él es el que dará a conocer una
historia que corría de boca en boca por Italia. Él será la fuente de
inspiración para todos ellos a través de su obra maestra: "La Divina
Comedia".
"Paolo y Francesca" (Anselm Feuerbach, 1864) Schack Gallerie, Mónaco. |
Pero ¿Quiénes fueron Paolo y Francesca? A fines del
S.XIII los matrimonios basados en alianzas políticas continuaban, quizá más fuertes
que nunca y sobre todo cuando en uno de los cónyuges se tenía depositadas todas
las esperanzas para unificar territorios o sacar provechos políticos y
económicos. Matrimonios desiguales que llevaban a hombres maduros a casarse con
mujeres jóvenes. Uno de éstos matrimonios, desigual y por conveniencia
económica, fue el protagonizado por Francesca de Rímini y Gianciotto o Lanciotto Malatesta.
Francesca era hija del gobernante de Rávena el cual la obligará a casarse con
Gianciotto, heredero del señor de Rímini. Malatesta era un hombre mayor,
deformado y nada agraciado, características desconocidas y ocultadas a la joven hasta
el día de la boda. La vida de ella junto a su marido transcurre anodina hasta que
vuelve a reencontrarse con su cuñado Paolo, un hombre joven y bien parecido, al
cual ella ya conocía antes de casarse, ya que será él el que vaya a presentarla
sus respetos en nombre de su hermano antes del desposorio. Los
dos jóvenes se reunían a charlar y a leer leyendas. Una de esas lecturas era la
protagonizada por Ginebra y Sir Lancelot, cuando termina la lectura de ese
relato Paolo y Francesca se besan presos de su propio sentimiento y
del relato. Ese beso ha sido el momento elegido por la mayoría de los artistas
que posteriormente se fijaron en su historia. ¿Por qué decidieron los artistas
trasmitir precisamente ese momento? Quizá porque es el desencadenante del final
de ambos, nos muestran justo el momento previo de su muerte, el desencadenante
que les llevaría
a un
trágico final. Pero sobre todo, porque convierten, a los espectadores,
en partícipes y testigos de la escena, la misma escena que contempló Gianciotto
y que le haría desenvainar su espada para acabar con la vida de ambos jóvenes. Si os fijáis en la
ilustración que sobre el tema hace Doré, Francesca aparece con una herida
sangrante en su pecho. Otros, como Alexandre Cabanel, plasmarán la muerte.
"Muerte de Francesca de Rímini y Paolo Malatesta" (Alexander Cabanel, 1870) Musée D´Orsay |
Esta historia quedaría en la memoria de los italianos hasta que uno de ellos, Dante Alighieri, decide recuperarla para que formase parte de “La Divina Comedia”, obra literaria escrita entre 1308 y 1321 y que se ha convertido en la obra cumbre del poeta florentino ya que introduce elementos literarios que avanzan el Renacimiento. Este poema ha sido ilustrado por artistas como Boticcelli que nos mostró las formas del infierno y del cielo siguiendo la descripción de Dante; los ya citados William Blake o Gustavé Doré y también Salvador Dalí, el cuál recibe el encargo por parte del gobierno italiano, como parte de la conmemoración de los 700 años del nacimiento del autor.
“La Divina Comedia” cuenta el viaje realizado por Dante
para purificar su alma. Un viaje que le lleva a través del Infierno, en esta parte irá acompañado del
poeta Virgilio. Tras atravesarle y ver las desgracias que se ciernen sobre los
pecadores llegará
al Purgartorio, a las puertas del cuál Virgilio le deja que siga solo su
camino; finalmente alcanzará el Cielo, donde se encuentra con su adorada
Beatriz y mediante su intercesión podrá alcanzar el perdón y “ver” el rostro de
Dios. Una obra llena de simbolismo en torno al número 3 y a sus múltiplos, en
la que mezcla elementos simbólicos con referencias a personajes históricos y
mitológicos. Entre estos personajes históricos se encuentran Paolo y Francesca,
la pareja aparece en el Infierno, un lugar formado por nueve círculos
concéntricos y descendentes. En el segundo círculo, el que hace referencia a
los muertos por amor, a los lujuriosos, junto a Cleopatra, Helena o
Aquiles, el cuál fue engañado y asesinado por amor, se encuentra la
pareja de cuñados. Dante les sitúa leyendo un pasaje específico de la historia
de Ginebra y Sir Lancelot, el momento en el que se besan, reproduciendo también
ellos, esa misma escena. La forma que Dante tiene de representar a los
lujuriosos es como espíritus que se dejan llevar por el viento de un lado a otro sin ningún tipo de
esperanza, presos de la pasión desenfrenada que les llevó a la muerte y a vagar
eternamente por el Infierno.
"La Divina Comedia" (Gustavé Doré) |
Este
simbolismo de las almas que vuelan como si fuesen pájaros está tomado de la
Eneida. Pero Paolo y Francesca son las dos únicas almas que vuelan juntas y eso hará que Dante
se fije
en ellas. Francesca se acercará hasta él para contarle su triste historia. Una
historia que enternece tanto al poeta, que será hacia la única pareja
de amantes lujuriosos por los que muestre compasión. Una compasión
que tiene que ver sobre todo con los cambios literarios que va avanzando en el
poema, se convierte en signo de una nueva actitud en el pensamiento,
abandonando el medievalismo para optar por una visión más humana y renacentista
de los sentimientos y de la importancia del hombre. Este encuentro es el
primero de todo el poema, en el cuál Dante, habla con un condenado verdadero y
contemporáneo a la vez, aunque en el Paraíso se centra en las almas famosas, ya
que según nos cuenta son más persuasivas para el lector de la época.
"Paolo y Francesca" (Gustavé Doré) |
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